Lorena Corpus
Agencia Reforma
Su imagen como representante de la belleza mexicana cautivó al mundo, por eso ganó la corona de Miss Universo 2010, ahora Ximena Navarrete inicia una carrera como heroína de melodramas.
La tapatía, de 25 años, quien protagoniza La Tempestad junto a William Levy, reúne las características físicas que parecen marcar pauta en las protagonistas de las telenovelas actuales: cabellera larga y oscura, piel morena y ojos expresivos.
La imagen de la chica latina parece haber desbancado de los roles estelares a las rubias, al menos en los melodramas que están al aire.
Este look es lo que caracteriza a protagonistas como Ana Brenda Contreras (Corazón Indomable), Ariadne Díaz (La Mujer del Vendaval), Danna García (Qué Bonito Amor, que recién terminó), Anette Michel (Secretos de Familia), Paola Núñez (Destino) y Mayrín Villanueva (Mentir para Vivir).
Otra morena que llega con un protagónico es Livia Brito en la telenovela De que Te Quiero, Te Quiero.
“Para lograr mayor empatía entre el público y las protagonistas, además de reunir características de calidad actoral, si la muchacha es de tipo latino es mucho mejor”, afirma Liliana Abud, escritora quien desarrolla la adaptación de La Tempestad.
“De esta manera se logra que el televidente tenga como una solidaridad más cercana hacia la muchacha protagonista que puede tener un parecido físico a una sobrina, una prima, la hermana o la vecina”, agrega la guionista.
De las telenovelas actuales sólo dos tienen a la cabeza a actrices con cabellera rubia, Blanca Soto en Porque el Amor Manda de Televisa y Edith González, en Vivir a Destiempo en Televisión Azteca.
“Le apuestan a las morenas porque es nuestro común denominador, son novelas mexicanas y es parte también del boom latino que hemos visto primero en Hollywood, en la música y ahora en las telenovelas”, sostiene Maria Luisa Simón, directora de la empresa Imagen y Protocolo. Villanueva, quien protagoniza Mentir para Vivir, recuerda que hace mucho tiempo el perfil de la heroína era una chica rubia.
“Hace muchos años, eran muy marcado que las heroínas eran rubias, ahora ya nos dieron chance”, comenta la actriz sonriendo. “Estamos entrando con ganas las del tipo latino”.
Pero no sólo es la caballera, también las facciones en algunas de ellas tienen similitudes. “Los ojos (de estas heroínas) son como muy mexicanos”, dice la esposa de Eduardo Santamarina.
Abud señala que ahora parecen haberse invertido los papeles entre las rubias y trigueñas.
“Curiosamente, las güeras que antes eran las protagonistas ahora se han convertido en las villanas, porque son las que más se alejan de nuestro tipo latino”, dice Abud.
“En esta telenovela de Chava (Mejía), las que son un poco más blancas con los ojos claros y cosas así, son villanas, y no sólo en las de Chava. Una gran cantidad de productores han colocado a esas muchachas en las villanas”.
Pero la moda de las castañas es consecuencia del movimiento de mujeres latinas que desde hace varios años llegó al mercado del entretenimiento internacional con Salma Hayek, Penélope Cruz, Jennifer Lopez, Eva Longoria y Sofía Vergara, entre otras, dice la experta en imagen.
“Siento que está más de moda el prototipo de la mujer latina que anglosajona”, señala Simón.
Las villanas con cabelleras güeras en Corazón Indomable son Rocío Banquells, Ana Patricia Rojo e Ingrid Martz; Florencia de Saracho en La Mujer del Vendaval; Malillany Mayrín en Qué Bonito Amor y en Destino está María José Magán.