Juan Gabriel
Agencia Reforma
¿De Joan? Él y yo nos conocimos antes de conocer la fama; de jovencitos conocimos la necesidad y la obligación.
Con espíritu de superación él siempre salió adelante, hasta este lunes, que su cuerpo ya no pudo más.
Más no quiso esperar. El que sí le esperó siempre fue su mejor amigo: su corazón. Fue el último que lo abandonó cuando ya no pudo volver de nuevo, como algunas veces, y es que de la muerte te salvan un sinfín de veces, mas no del destino.
Sin embargo, no era tiempo de irse para quedarse; quizás, si no se lo llevan a su hogar, tal vez se hubiera ido antes. El hogar es el hogar, con los tuyos, contigo o lo que queda de ti.
Qué de recuerdos faltaron por hacer canciones, su deporte favorito; cantar, tocar la guitarra, escribir lindas canciones… Desde muy jovencito fue muy responsable, que de muy chico decidió ser papá de más de tres 🙂 Un tierno y sincero amigo, un trabajador incansable, sabía lo que hacía y le encantaba su lugar, Juliantla.
Ahora es que empieza la historia de un muy tenaz hombre, un buen amigo que no sabía olvidar, y, además, él en vida siempre inolvidable, y ahora dejó tanto para recordarle…
¿Cómo olvidarlo? Poetas como él no mueren, sólo se transforman. Se convierten en lo que hicieron: música, música y más música.