Multan con 6 mil euros a John Galliano

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Agencia Reforma

Galliano, quien no estuvo presente en el tribunal, no está obligado a pagar esa suma. Sólo deberá hacerlo si vuelve a proferir insultos antisemitas y raciales, según estipula la legislación francesa.

El Tribunal Correccional de París condenó a Galliano a sólo 4 mil euros de una multa en suspenso, por un primer incidente ocurrido el 24 de febrero en el bar La Perle, en París, y a 2 mil euros de multa en suspenso por el segundo incidente, registrado el 8 de octubre de 2010, en el mismo lugar.

El tribunal lo halló culpable de proferir insultos públicos con base en origen, afiliación religiosa, raza o etnicidad.

El ex director artístico de Dior podría haber sido condenado a una de pena de hasta 6 meses de cárcel y 22 mil 500 euros de multa, es decir, 31 mil dólares.

La fiscal, Anne de Fontette, había pedido al menos 10 mil euros de multa.

Admitió que Galliano no es un teórico del racismo antijudío, pero refleja el racismo y el antisemitismo cotidiano lamentable, el de los estacionamientos y los supermercados.

Las acusaciones le costaron a Galliano su empleo y conmovieron el ambiente de la moda.

Manifestó que no podía recordar los incidentes, debido a que en ese momento estaba bajo los efectos del alcohol y de medicamentos recetados.

Agregó que lamentaba la tristeza que ha causado todo este asunto.

El 22 de junio, ante el Tribunal Correccional de París, el modista nacido en Gibraltar, hijo de un plomero anglo-italiano y de una española, confesaba que padecía una “triple adicción” al alcohol, los somníferos y el valium.

Una de las demandas fue presentada por una mujer que afirma que Galliano la insultó en el bar el 8 de octubre de 2010. La otra demanda se refiere a un episodio ocurrido el 24 de febrero en el mismo bar, donde el ex diseñador de Christian Dior insultó a personas sentadas en una mesa contigua.

“Amo a Hitler (…) Gente como ustedes estarían muertos. Sus madres, sus padres serían unos pu… gaseados”, les dice Galliano en un video grabado con un teléfono celular, difundido días después por el diario británico The Sun y proyectado ante el tribunal.

“Nunca han sido mis convicciones”, se defendió Galliano antes de disculparse por “la emoción provocada por este asunto”.