Por ROBERT BARR y JILL LAWLESS
LONDRES (AP)
“Mi padre murió sin sufrir”, dijo Verney-Elliott. “Murió con una sonrisa en el rostro”.
Russell fue un cineasta muy original cuya visión ocasionalmente le mereció éxitos y a menudo puso a prueba la paciencia del público y de la crítica. Una de sus películas más aclamadas fue “Women in Love” (“Mujeres apasionadas”) de 1969, basada en el libro de D.H. Lawrence, que consiguió nominaciones al Oscar al mejor director, mejor guión (Larry Kramer) y mejor actriz, Glenda Jackson, quien se alzó con la estatuilla.
La cinta incluyó una de las escenas del cine más famosas de la década: un combate de lucha entre Alan Bates y Oliver Reed desnudos.
Reed dijo que en esa época el director estaba “empezando a enloquecer”.
“Antes de eso era un director de TV cuerdo y simpático”, dijo Reed. “Ahora es un director de cine loco y simpático”.
Russell nació en el puerto inglés de Southampton en 1927. Desesperado por evitar unirse al negocio familiar del calzado, estudió ballet e intentó actuar antes de aceptar que no era muy bueno para esto.
Entonces estudió fotografía, para lo cual sí tenía talento, y se convirtió en fotógrafo de modas y fue contratado para trabajar en programas de arte de la BBC, incluyendo perfiles del poeta John Betjeman, el comediante Spike Milligan y la dramaturga Shelagh Delaney.
“Cuando no quedaron más artistas vivos, nos dedicamos a hacer películas un poco más largas sobre artistas muertos como Prokofiev”, dijo Russell una vez.
Estos rápidamente evolucionaron de documentales convencionales a algo más interesante.
“Al principio sólo nos permitían usar fotografías e imágenes de noticiarios sobre estos sujetos, pero con el tiempo pudimos meter la mano curiosa tocando el piano (en ‘Prokofiev’) y la espalda curiosa caminando hacia una puerta”, dijo Russell. “Un par de años después, esos aburridos recuentos breves que se atenían a los hechos de los artistas habían pasado a ser filmes evocadores de una hora o más que usaban a actores de verdad para recrear a las figuras históricas”.
La música desempeñó un papel fundamental en muchas películas de Russell, incluyendo “The Music Lovers” (“La otra cara del amor”) en 1970 — sobre Tchaikovsky — y “Lisztomania” de 1975, protagonizada por Roger Daltrey de The Who como el rompecorazones del siglo XIX Franz Liszt.
“The Boy Friend” (“El novio”), un homenaje de 1971 a los musicales de Hollywood de los años 30 protagonizado por la supermodelo Twiggy, y la adaptación de Russell de 1975 de la ópera de rock psicodélico de The Who “Tommy”, definieron los característicos excesos visuales del director.
Twiggy dijo que trabajar con Russell en “El novio” le cambió la vida.
“Me escogió cuando todos los estudios decían, ‘No puedes seleccionarla, es una modelo”’, dijo a la BBC. “Y Dios lo bendiga, luchó por mí”.
El lado más oscuro de Russell estuvo presente en películas como “Dante’s Inferno”, un filme de 1967 sobre el poeta Dante Gabriel Rossetti que resaltó las diferencias entre la visión idealizada de Rossetti sobre su esposa y la realidad de ésta como una drogadicta.
Russell fue aún más provocador con su cinta de 1970 “The Dance of the Seven Veils: A Comic Strip in Seven Episodes”, que presentó al compositor Richard Strauss como un cripto-nazi y lo mostró dirigiendo valses de Rosenkavalier mientras agentes de la SS torturaban a un judío.
“The Devils” (“Los demonios”), un filme de 1971 protagonizado por Vanessa Redgrave como una monja del siglo XVII paralizada por una posesión demoniaca, fue fuertemente vetada en Estados Unidos y saldrá por primera vez en DVD en Gran Bretaña en el 2012.
Sus últimos filmes incluyeron el thriller “The Lair of the White Worm” (“La guarida del gusano blanco”) de 1989, que le dio un atípico papel de vampiro a Hugh Grant en sus inicios.
Russell también dirigió óperas y realizó el video de Elton John “Nikita”.
Casado cuatro veces, el realizador deja a su esposa Elise Tribble y sus hijos.
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