VENECIA —
La cantante reconoce el paralelismo con Wallis Simpson, la protagonista de su segunda película como directora, que tuvo su estreno mundial fuera de competencia en el Festival de Venecia el jueves.
Señaló sus rasgos comunes: mujeres estadounidenses casadas con ingleses. El amor por la ropa sensacional. El espíritu de aventura. Tenacidad, ingenio y fortaleza. Pero en un nivel más profundo, dijo Madonna, comprende las limitaciones que impone la gran fama… o la notoriedad.
“Creo que cuando uno se vuelve famoso, tiene que abandonar la idea de que la gente lo verá como es o penetrar bajo la superficie”, dijo Madonna a un pequeño grupo de periodistas. “Creo que eso fue una gran fuente de frustración para Wallis Simpson y Eduardo VIII porque después de la abdicación no tuvieron la oportunidad de defenderse”.
“Por eso, espero haber podido hacer eso por Wallis Simpson a través de mi película”.
Madonna investigó durante varios años antes de escribir el guión con Alek Keshishian, el director de su documental “Truth or Dare”. El resultado es un retrato solidario de la vilipendiada Simpson que trata de mostrar lo que ella —no solo el rey— tuvo que sacrificar para casarse en 1937.
“Creo que padecía una soledad existencial”, dijo Madonna.
“W.E.” —las iniciales de Wallis y Eduardo, encarnados por Andrea Riseborough y James D’Arcy— relata la historia de Simpson vista a través de los ojos de una tocaya moderna que busca consuelo de su matrimonio sin amor en los detalles de lo que en su momento fue considerado el romance del siglo.
Madonna dijo que la cinta ganadora del Oscar “The King’s Speech” (El discurso del rey) da a la audiencia un punto de referencia para su nuevo filme, “W.E.”
Según la cantante, las dos películas enfocan el mismo período histórico desde puntos de vista distintos. También dijo en conferencia de prensa que se identifica con Simpson, porque la fama suele reducir a las celebridades “a una frase pegadiza”.
Madonna dijo que su proyecto recibió el apoyo de sus dos ex maridos, directores ambos, Sean Penn y Guy Ritchie.