LONDRES (AP) —
Lady Gaga arrasó el martes con los premios Brit de la música británica, y lloró al ofrecer un emotivo homenaje a Alexander McQueen, el diseñador británico de modas fallecido la semana pasada. La colombiana Shakira se quedó con las manos vacías.
Gaga recibió los premios a mejor solista femenina internacional, mejor acto internacional innovador y mejor álbum internacional por “The Fame”. Actuó además en la ceremonia, usando una peluca de una altura descomunal y un velo-antifaz de encaje.
Por momentos, la cantante pareció rebasada por la emoción y rindió un homenaje a McQueen al recibir su primer premio. Se refirió al fallecido diseñador con el nombre de Lee.
“Gracias Lee McQueen”, dijo Gaga con la voz entrecortada.
Gaga, amiga de McQueen, usó recientemente sus zapatos icónicos de tenaza de langosta en su video musical de “Bad Romance”. El diseñador fue hallado muerto el jueves, por un aparente suicidio.
Shakira estaba postulada a mejor solista femenina internacional, en una categoría que también incluía a Ladyhawke y Norah Jones pero donde Gaga se impuso.
Los premios son el equivalente británico del Grammy, y la mayoría de los ganadores se elige por el voto de más de un millar de miembros de la industria fonográfica.
El rapero estadounidense Jay-Z se llevó también un premio, al mejor solista internacional, durante una ceremonia realizada en la arena Earl’s Court, de Londres. Entre otros nominados estaban Bruce Springsteen, Eminem y Michael Buble.
La banda británica de chicos JLS se llevó un galardón al acto más innovador en el ámbito nacional, mientras que los rockeros de Oasis, recién separados, se llevaron un premio cuando su “(What’s The Story) Morning Glory?” fue designado el mejor álbum británico de los últimos 30 años.
Kasabian fue elegido el mejor grupo británico.
Robbie Williams ex miembro de “Take That” y ahora solista, recibió un galardón especial por su contribución a la música.
El príncipe Enrique condujo la ceremonia en un mensaje grabado en video, lo que dio un sello real de aprobación al espectáculo, que algunas veces ha tenido giros escandalosos.
Enrique, tercero en la línea de sucesión al trono, elogió la ceremonia como una celebración de “todo lo que es maravilloso y único en la música británica”.