La decisión de Sofía Vergara

Lorena Corpus

Agencia Reforma

En Barranquilla era muy feliz junto a su hijo Manolo, sin fama ni cheques “gordos”, pero Sofía Vergara tomó la decisión de salir de Colombia y desafiar su suerte.

Convencida de que podría ganar este “maratón”, confiesa que le sufrió para convertirse en estrella de la televisión americana porque tenía algunos limitantes, como su físico y su acento, características que posteriormente fueron claves para su éxito.

Su popularidad en la serie Modern Family le dio su pase a Hollywood en cintas como Chef a Domicilio (Chef), Machete Kills y ahora Dos Locas en Fuga (Hot Pursuit), junto a Reese Witherspoon, que este viernes se estrena en EU y el 26 de junio en México.

Su nombre ha estado tres veces en la lista de los artistas mejor pagados de la televisión americana, incluso por arriba de Ashton Kutcher, quien ha ocupado el primer sitio en la nómina de hombres, según reportes de la revista Forbes.

“Eso dicen -que es la estrella mejor pagada-. Yo me siento muy bendecida y agradecida con Dios, con mi familia y con el público por esta etapa de felicidad tan grande que vivo hoy”, dice Sofía vía mail.

“Pero era también muy feliz cuando los cheques no tenían tantos ceros y vivía con Manolo chiquito antes de llegar a Hollywood. A la hora de la verdad, la salud y el amor de tu gente es lo más importante”.

Sofía ha demostrado que es más que un cuerpo perfecto, pues su historia habla de una mujer de resistencia y aguante.

De aquella participación en Acapulco, Cuerpo y Alma (1995) que grabó en Televisa, ahora forma parte Modern Family, vista en más 50 países.

“El camino de Barranquilla a Hollywood fue duro, atrevido y muy divertido. Llegar a Estados Unidos con Univisión no fue tan difícil. Ya estando aquí crecieron los sueños de conquistar Hollywood”, añade.

“Comenzamos mudándonos de Miami, donde tenía un contrato con Univisión, a empezar de cero en Los Ángeles… Nada que valga la pena es fácil, se necesita tener atrevimiento, humildad para entender que toca empezar de abajo y rodearte de gente que crea en ti”.

A esta mujer de 1.70 metros de estatura, pareja a uno de lo actores más asediados de Hollywood, Joe Manganiello (1.96 metros), mucha veces le dijeron “suerte para la próxima” cuando asistía a los casting recién llegada a las grandes ligas.

“Nunca me tomé un ‘no’ como algo personal y me sentía agradecida por la oportunidad de hacer un casting para agentes y ejecutivos que saben mucho en esta industria”, asegura.

“Puede que no me dieran un papel ‘x’, pero ellos mismos luego pensaban en mí para otro. Llegaba puntual, daba las gracias y echaba un chistecito o algo para que se acordaran de mí. Sabía que, por ejemplo, mi físico y mi acento me limitaban para algunos roles”.

Por ejemplo, añade, no podía pretender que la escogieran para interpretar a una brillante científica de la NASA.

“Con estas curvas”, sonríe la bomba sexy “y para lucir más latina me oscurecí el cabello, definí que la comedia era lo que mejor se me daba y desde entonces más oportunidades llegaron”.

La colombiana de 42 años tendrá una estrella en el Paseo de la Fama, tiene línea de ropa y perfumes, además es imagen de importantes marcas a nivel internacional.

“Es una historia con muchos altibajos, como una montaña rusa divertida, como todo en la vida, pero gracias a Dios con muchas alegrías y triunfos”, indica.

“Empecé a trabajar en Colombia como modelo, luego haciendo entrevistas en TV, primero tenía segmentos divertidos, después tuve un programa. A los 22 más o menos me contrató Univisión para viajar alrededor del mundo con Fernando Fiore en el programa Fuera de Serie”.

Lo que sí tenía seguro Sofía cuando dejó todo en Miami para mudarse a Los Ángeles era a dónde quería llegar.

“Desde que comencé a trabajar en la industria sabía lo que buscaba, quería éxito en la televisión como presentadora para luego crecer por todos lados: producía calendarios, era vocera de productos”, señala.

Pero Sofía tiene todo para estar feliz: planes de boda, éxito, fama y dinero, ¿qué más podría pedir?

“Mucha salud para seguir disfrutando la vida, para seguir amando, compartiendo con mi familia y para seguir trabajando…, bueno eso sí, cada vez menos”.