Por CLAUDIA TORRENS
NUEVA YORK (AP)
El cantante boricua sabe muy bien lo que significan dos décadas en los escenarios y por eso quiso que su último disco, “El amor existe”, sonara innovador. Sus hijos cantan los coros de todas las canciones, desde el sencillo “Sólo pienso en ti”, a los dos trabajos inéditos del álbum, “El amor existe” y “Quién de los dos”.
“Es un sonido más fresco, más puro, más inocente. Esa timidez de mis hijos se transmite”, dijo Rivera durante una entrevista con la AP en un hotel neoyorquino. “Al principio, muchos nervios tenían ellos, pero luego le fueron tomando confianza. Quedó perfecto”.
Lizzie Rivera, de 19 años, estudia investigación criminal en Florida; Gerardo Rivera, de 18, es un chef y Celina Rivera, de 11, va a la escuela, pero todos se animaron a participar en el álbum en cuanto su padre se los propuso. El 17 de julio Gerardo le hizo abuelo, aumentando así una familia que parece haberle inspirado en su último trabajo, en el que habla de la relación entre padres e hijos.
“Me siento rarísimo y emocionadísimo”, dijo el cantante. “No es que los años pasen rápido sino que la vida es corta”.
En el álbum, Rivera adapta a la salsa seis canciones de los venezolanos Franco de Vita, Guillermo Dávila y Ricardo Montaner. “Sólo pienso en ti”, un éxito de Dávila en 1983, ocupa por tercera semana consecutiva el primer lugar en la lista tropical de la revista Billboard. “No basta” fue un éxito de De Vita que ha sido incluido en el disco, al igual que “Yo que te amé”, de Montaner.
El álbum, emitido por la disquera Venemusic el 26 de julio, cuenta con nueve canciones que Rivera mostrará a sus seguidores en su próxima gira por Venezuela, Colombia, Chile y Argentina, entre otros países latinoamericanos. Su compatriota Tito “El Bambino”, cantante de reggaeton, colaboró en la canción “Llueve el amor”.
Rivera tardó cinco años en lanzar el nuevo trabajo.
“Llega un punto en que te puedes volver repetitivo. Cuando noto eso, paro de grabar”, explicó mientras se encontraba en la Gran Manzana de promoción. “Mi carrera se ha basado en reinventarme a mi mismo y en tomar este tipo de descansos. No quiero hacer un disco que se parezca a otro”.
Nacido en Santurce, un barrio de San Juan, Rivera se interesó por los sonidos tropicales en la adolescencia, inspirado por su padre Edwin, un músico profesional. “Abriendo puertas” fue su primer álbum en 1990, seguido de otros como “Cuenta conmigo” (1992) o “De otra manera” (1999). El puertorriqueño se dio a conocer a base de boleros y baladas antes de hacerse un nombre en la salsa.
El amor de todo tipo fue lo que inspiró su último trabajo, explicó, sin describirse como alguien demasiado ingenuo o idealista.
“Lo que soy es caprichoso”, dijo. “Pero hay gente que le teme al amor, al fracaso, al divorcio. Es puro miedo”.
El salsero dijo que va a concentrarse en presentar su último trabajo, pero espera poder adentrarse en el mundo del cine participando en una película sobre un boxeador amigo suyo del cual no quiso decir el nombre. El largometraje se filmaría en Puerto Rico, aunque Rivera dijo no poder ofrecer detalles del mismo debido a q ue es un proyecto que aún no ha empezado.
El cantante tiene ahora que pensar también en su nieto, Gerardo Rivera III, de quien habla a veces en Twitter.
“El otro día caminando en Miami por el mall me encontraba a abuelos, de 60, 70 años, que me decían ‘bienvenido al club”’, explicó. “Es increíble”.
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