Expone realidad El Señor de los Cielos

Fidel Orantes

Agencia Reforma

El sol brilla en las primeras horas de la mañana, pero la presencia de Aurelio Casillas (Rafael Amaya), el narcotraficante apodado “El Señor de los Cielos”, imprime un aire de frialdad a los corredores de una hacienda perdida a mitad del bosque.

Pasillos decorados con una mezcla de elementos barrocos con coloridas figuras de animales guardan los secretos de este sinaloense que camina erguido y jamás agacha la mirada.

Sus carencias lo hicieron involucrarse en el narcotráfico desde muy joven. Ahora es uno de los principales capos del mundo, razón por la que es resguardado por una decena de hombres con facciones toscas que empuñan armas de fuego.

Esa es la historia que narra El Señor de los Cielos, la nueva telenovela de Telemundo que se estrena el 15 de abril en Estados Unidos.

“Aquí van a ver muchas similitudes con lo que se está viviendo ahora. No estamos justificando a nadie, no estamos diciendo qué es bueno o malo”, compartió Amaya en entrevista durante un descanso de la grabación, en una locación del Estado de México.

“Es un mundo oscuro, adverso, que todos los mexicanos saben que nos ha jo… durante muchos años. Es nuestra realidad, no la podemos negar. Pero dentro de ella contamos historias para que la gente se entretenga”.

Son los años 90 y Aurelio se rodea de lujos: los anillos y cadenas de oro que porta son una declaración de su riqueza y poder, ambos de procedencia ilícita, por lo que es uno de los criminales más buscados en México.

“Yo me encargué de crear al personaje desde abajo, de darle peso. La forma de pararse, de hablar, todo. No siempre se puede hacer eso, pero yo tuve esa dicha”, agregó el actor, quien requirió más de un año de preparación para este rol, el primer protagónico de su carrera.

Entre la mezcla de miedo, muerte y dolor inherentes a su mundo también hay lugar para el amor, encarnado por Ximena Letrán (Ximena Herrera), esposa de Aurelio, y los tres hijos de ambos.

Pero ese sentimiento no es suficiente. Y esa mujer de mirada triste y gestos delicados trata día con día que su amado desista de trabajar en un mundo que está marcado por el peligro y la infidelidad.

“Yo en la vida real no toleraría eso jamás. Tuve que buscar la manera de abordar a una mujer que sabe que la persona con la que duerme la engaña casi a diario”, expresó Herrera.

La propiedad donde se desarrolla parte de El Señor de los Cielos, que también tiene locaciones Morelos y el Distrito Federal, debe permanecer escondida a toda costa de los enemigos de Aurelio Casillas, entre ellos el incorruptible policía mexicano Marco Mejía (Gabriel Porras).

“Me encanta regresar a México y hacer un personaje que me parece es necesario como señal social para seguir, para transformar este País tan hermoso que estamos llevando al ca…”, mencionó Porras.

Mientras Amaya y Herrera reciben indicaciones del director, más de 20 personas trabajan detrás de cámaras para que todos los detalles estén listos.

Desde el maquillaje de los actores hasta la iluminación del set, todo debe estar en su lugar para la producción con mayor expectativa para Telemundo, después de La Reina del Sur.

“No prometemos nada. Simplemente invitamos a la gente que la vea y después del estreno vamos a ver qué pasa. Cuando le das al público historias buenas, de calidad, creo que las ve. No tiene por qué fallar”, consideró Amaya.

Basada en hechos reales ( aunque los involucrados afirman que no es la historia de Amado Carrillo), El Señor de los Cielos es una coproducción de Caracol Televisión y realizada por Argos Comunicación.