Experimentan Tucanes vulnerabilidad

Mario Abner Colina

Agencia Reforma

“Le pedimos a Dios que nos cuide y cuide a todo el mundo. Le digo a los muchachos: ‘hay que portarse bien y ponerse en las manos de Dios, porque estamos expuestos a todo este tipo de cosas, porque siempre andamos en lugares públicos’. Siempre nos ponemos en las manos de Dios”, dijo en entrevista Mario Quintero, compositor y líder de la agrupación con más de 12 millones de discos vendidos.

Los Tucanes, quienes han tocado en lugares como el Dodgers Stadium y Central Park, dijeron que aunque haya críticas hacia los corridos y llamen a ese tipo de música “loas al crimen”, seguirán documentando con sus canciones los hechos que sacuden al País hasta que exista una ley que lo prohíba.

“La música sigue siendo música, y los corridos nacen a raíz de una historia, de un hecho, no es al revés”, precisó Quintero, “los corridos no generan noticias, no generan historias, es al revés.

“Los corridos son música, entretenimiento y son parte de nuestra cultura, de nuestra esencia, y lo vamos a seguir haciendo porque es ejercer nuestro derecho que es la libertad de expresión”.

Últimamente, ese ejercicio de libertad de expresión Los Tucanes lo han expandido, pues han creado corridos ficticios sumamente exitosos para películas sobre el mundo del narcotráfico, como “Julián Pérez”, de Salvando al Soldado Pérez, y “El Corrido de El Diablo”, de El Infierno, por el que ganaron la Diosa de Plata a Mejor Canción.

“Fue un placer, un gran orgullo poder participar en El Infierno. Para mí como compositor fue un reto, y desarrollé, escribí el corrido y le encantó a Luis Estrada (director) y a toda la producción de la película. De hecho ahorita es nuestro sencillo en los Estados Unidos, y es el tema ya más importante de nuestras presentaciones”.