Está Belinda en crisis… ¿por sus papás?

Lorena Corpus

Agencia Reforma

La conducta errática de Belinda en situaciones que la han puesto en el escándalo, tanto personal como laboral, la han llevado a una crisis de imagen en la que, aseguran expertos, requiere de ayuda inmediata.

Hace 10 años, cuando inició su carrera como actriz, sus padres se encargaron de manejarla. Después se involucró con un grupo de personas que la llevaron a obtener fama, pero en los últimos dos años de nueva cuenta su carrera cayó en manos de Belinda Schull, su mamá, e Ignacio Peregrín, su padre y abogado de profesión, lo que al parecer no ha sido del todo favorable.

Tras verse envuelta en escándalos que la han colocado en el ojo del huracán, siendo el último su denuncia por amenazas en contra del empresario Mohamed Morales Álvarez, la proyección de la artista se ha visto severamente afectada.

Según especialistas, la cantante de 20 años podrá salir de la situación que atraviesa si usa una táctica adecuada entre su carrera y su privacidad. También le sugieren rodearse de expertos y, de ser posible, no ser manejada del todo por sus papás.

“Ya se había formado una reputación de escandalosa y conflictiva. Las constantes demandas en las que ha caído y, sobre todo, el pésimo manejo de crisis, han hecho que estas acciones perjudiquen su imagen pública”, asegura Álvaro Gordoa, Vicepresidente del Grupo Imagen Pública.

“Ella debe hacer conciencia que se debe a su imagen pública y que es el mayor patrimonio que tiene; saber que no está vacunada contra los escándalos, porque lo que hace ella es esconderse cuando surge uno. Cuando deja vacíos de información lo llenan los medios de comunicación y la audiencia”.

El licenciado en Ciencias de la Comunicación, quien cuenta con estudios de maestría en Ingeniería en Imagen Pública, sostiene que cuando una situación se sale de control o de los parámetros de lo que se considera normal, se considera una crisis.

“Hay que saber afrontar las crisis y no pensar que si ella se esconde van a pasar las aguas y no le van a afectar, y debe capacitarse en cuestiones de imagen pública”, dice el autor del libro “Imagen Cool”.

Belinda, en aprietos

El pasado 9 de junio, la cantante presentó la denuncia en contra Morales Álvarez, dueño de los Tiburones Rojos del Veracruz, de 30 años, tras supuestamente amenazarla con acabar con su carrera y presentar fotografías a los medios en las que aparece desnuda.

Los hechos destaparon una situación desconocida por el público en la que salió a relucir que el automóvil y la casa donde vivía la cantante con su familia, en Jardines del Pedregal en el DF, eran supuestamente regalos de Morales Álvarez.

Después él aclaró que se los había prestado como parte de un contrato por varias presentaciones que haría, las cuales no se realizaron.

“Sí se transforma (la imagen), pero se puede volver a retomar como lo que realmente es. No podemos satanizar ni decir: ‘ya cometiste un error y ya por eso vas a seguir cometiendo el mismo error'”, dice María Luisa Simón, propietaria de la empresa Imagen y Protocolo.

“Siento que es un momento como de conciencia, no sólo de Belinda sino de sus papás, porque al fin y al cabo es una jovencita. Es una niña de 20 años que ha tenido que estar en la luz pública desde que es muy joven. Hay que concientizar más a los papás que a Belinda”.

La asesora de imagen subraya que la intérprete encajaba muy bien en el prototipo de niña buena.

Antes de este escándalo, Belinda se vio involucrada en otros, como cuando abandonó una telenovela (Cómplices al Rescate); el video que circuló en la red en la que aparece bajándose la blusa y problemas con sus padres.

Patricia Maldonado, licenciada en Psicología con formación Psicoterapéutica, señala que cuando los artistas inician su carrera desde temprana edad es más difícil en ellos el manejo de reglas y límites, porque se genera una atención muy fuerte hacia ellos.

“Es una niña que empezó desde muy chiquitita a trabajar, entonces, son niños que de alguna manera su desarollo no ha sido el tradicional”, afirma la psicoterapeuta.

“Crecen con una atención muy fuerte hacia ellos y eso hace que se vea afectado todas las etapas del desarrollo, el manejo de límites, de reglas, de relaciones con los adultos… porque como ellos son los que generan el dinero y la atención…”.

Un consejo de la terapeuta para la artista es ver hacia su interior y encontrarse a sí misma, lo que realmente es ella como persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual.

“Vemos a actores que poco a poco buscan su propio camino a través de herramientas que van desde la psicoterapia hasta técnicas alternativas como la meditación, yoga, talleres espirituales o medicina alternativa”.

Papás… y consultores

De acuerdo con Gordoa, México está plagado de malos manejos de imagen pública en el área de artistas, por estar aconsejados por el hermano, los padres y los amigos, que fungen como mánagers.

“Cuando es un artista infantil, sus padres tienen que estar muy cercanos y dar la protección como tal, pero la parte profesional se la deben dejar a expertos”, opina Gordoa.

Sin embargo, actores que han compartido el set con Belinda afirman que los padres de ella siempre se han preocupado por su bienestar, cuidando que coma a sus horas, que tenga un buen horario de trabajo y esté a gusto en las grabaciones.

Lamentablemente, no siempre predominan los buenos comentarios, pues de acuerdo al testimonio de un ex empleado de la artista, la presencia de Ignacio Peregrín y Belinda Schull, siempre afectó el manejo de la cantante.

“Hace dos años, toda la gente, por problemas con los papás, nos salimos, incluyéndome. Todo mundo ya no quiso saber nada de ella, bueno, no de ella sino de sus papás, que desde hace dos años le llevan su carrera”, dijo la fuente que no quiso revelar su identidad.

Lo importante aquí, de acuerdo a los expertos, es que no es demasiado tarde para resarcir los problemas, e incluso, sacarles provecho.

Por lo visto, la moneda de Belinda, está al aire.