Por E.J. TÁMARA
LOS ANGELES (AP) —
El resultado es una grabación experimental, fusión de electrónica, pop y big band titulada “Somos”, que salió a la venta esta semana.
El ex integrante de RBD dice que tenía sinestesia desde chico, cuando se detenía a hojear revistas en su natal México y comenzaba a escuchar canciones conocidas y extrañas.
“No sé cómo explicarlo. Es chistoso. No es algo que sienta y diga, ‘Ah, veo colores, hay música”’, dijo el intérprete en una entrevista reciente en los estudios de la AP en Los Angeles. “Con el tiempo comencé a investigar por qué pasaba esto y sólo acepté que estaba en mí hace unos cuatro o cinco años”.
Aplicar esta condición a su disco fue un tanto colorido.
“En el estudio ponía digamos un refresco color rojo o algo naranja y los juntaba y sobre eso hacía la música”, explicó el intérprete de 24 años.
Sacar el álbum fue un reto de principio a fin, agregó. Presentó más de 40 temas de los cuales se seleccionaron 11. De estos, nueve fueron coescritos por Von Uckermann, quien debuta así como compositor.
“Somos” también marca el inicio de Von Uckermann como coproductor. La grabación, que tomó más de un año y medio en concretarse, goza del aporte de músicos experimentados como George Noriega, quien ha trabajado con Shakira y Ricky Martin; el mezclador Gustavo Celis, quien ha colaborado con Beyoncé, Shakira y Marc Anthony; y el vocalista de Kinky, Gil Cerezo.
“Experimenté muchísimo con los sonidos”, dijo. “Lo escuchas y de repente hay una canción que te lleva más hacia algo alegre, otro más tranquilo, otro a veces un poco más a un big band pero con electrónica, otro no tanto como electrónica sino con un sonido más ‘(Michael) Jacksonesco’, si así lo puedes llamar”.
En octubre, tras grabar el video de “Sinfonía”, el primer sencillo, sufrió un tropiezo en San Francisco, donde le robaron la mayor parte de las cintas y videocámaras. Al final, terminaron armaron el video con el 20% del material que quedó.
Pero en general, el intérprete dijo estar contento de toda la experiencia, especialmente por poder haber sido “el capitán de su propio barco”, algo que no pudo hacer con el mega grupo RBD.
“Disfrute muchísimo a RBD pero en cuanto al gusto musical, no era mío al 100%”, apuntó. “Ahora tuve más libertad creativa … Pude darme el lujo de tomarme mi tiempo y escoger cada canción y decidir a dónde quería ir, planear, escribir”.