Reforma
PACHUCA, Hidalgo, – Los Tuzos se cansaron de desperdiciar las complacencias de la Universidad de Chile para avanzar a la Segunda Fase de la Copa Libertadores, y la única que otorgaron a cambio les costó la eliminación del torneo.
A Pachuca no le bastó jugar contra 10 hombres durante 80 minutos, acertar un penal en el primer tercio o asfixiar con velocidad a un rival que se caracterizó por la lentitud en las jugadas porque, incluso así, quedó fuera del certamen tras un triunfo de 2-1 en el Estadio Hidalgo.
El problema es que con la ventaja que consiguieron los andinos como locales de 1-0, más el gol de visitante que al final, fue la circunstancia que decidió su clasificación, los condujo a reservarse un lugar en el grupo que ya conforman Gremio de Brasil, Aurora de Bolivia y Boyacá Chicó de Colombia.
Esa es la vitrina que se perdieron los dirigidos por Enrique Meza, a quienes no les alcanzó su experiencia internacional para revertir la estrategia de un equipo que apostó por un error como el de la zaga del Pachuca que le desvió el esférico a Miguel Calero tras un tiro libre directo cobrado por Marco Estrada al 58¿, la única forma para dejar a los Tuzos con el trago amargo de un fracaso internacional.
Porque hasta ese momento el partido lucía como un mero trámite para Pachuca, más porque a los 10 minutos los andinos ya jugaban con uno menos tras la expulsión de Mauricio Arias, quien agredió físicamente a Paul Aguilar.
La desesperación sería la tónica de los chilenos durante el primer tiempo, quién diría que en el complemento ese sería precisamente el malestar que acabaría por consumir a los Tuzos.
Que el partido haya terminado con ese resultado se explica porque tras el gol que mediante un penal consiguió Gerardo Rodríguez al 25¿, elementos como Édgar Benítez, Blas Pérez, Damián Álvarez y hasta Jaime Correa carecieron de la contundencia para aniquilar a un rival que habría de reír al último.
Al final, el gol de Damián Álvarez al 86¿ fue insuficiente para revertir la eliminación. El volante argentino fue expulsado en la jugada previa al silbatazo final, así que no fue el único en abandonar el Estadio con cabeza gacha.