Édgar Contreras,
Agencia Reforma
QUERÉTARO,.-A unas horas de que Jérémy Ménez y Andrés Ibargüen suban al avión camino a México, Henry Martin anotó en su debut con el América.
Las Águilas no tienen carro completo y ya ganaron en el Clausura 2018, 1-0 en casa de unos Gallos Blancos que ya no cantan. ¡Y cómo cantar si son penúltimos en la lucha por no descender y vieron disminuida su distancia del Veracruz, al que le llevan 7 puntos!
El América ganó, aun sin gustar. Se asemejó mucho al equipo que se desinfló en la recta final del torneo anterior. La buena noticia es que el media punta francés y el extremo colombiano ya tienen las maletas listas y mañana se espera su arribo.
Por eso para Martin era más que urgente aprovechar la oportunidad. Al 44’ recibió por izquierda el balón y con un fierrazo venció al siempre confiable Tiago Volpi. Hasta suerte tuvo el delantero al recibir el único pase brillante de Darwin Quintero en todo el partido. Mientras Henry tuvo que jugar casi como extremo y admitió, minutos después, que la posición le costó, Joe Benny Corona también tuvo que esforzarse como mediocentro, ya que él es volante por derecha, y todo por la fiebre que aquejó a Matheus Uribe y que le impidió ser titular; El “Piojo” ya está acostumbrado a no tener disponibles a todas sus piezas. Las Águilas carecieron de un gran futbol, pero cumplieron con el objetivo primario de la victoria. Se dedicaron en el complemento al contragolpe. Estuvieron cerca del segundo con un cabezazo de Oribe Peralta y un remate de Darwin, que mandó la pelota tan lejos como está su confianza al ataque. En el primer tiempo, Paul Aguilar había fallado de manera increíble un remate ya con el portero vencido.
El Querétaro tuvo unos primeros minutos en los que parecía que había dejado por fin la losa de jugar cada partido con la calculadora en la mano. Camilo Sanvezzo falló en una opción y después Agustín Marchesín le frustró otra. Pero este tipo de equipos suelen caerse al menor castigo y ayer no fue la excepción en La Corregidora.
El desenlace del partido fue el común: balonazos al área, un defensa como Diego Novaretti habilitado como centrodelantero, reclamos al árbitro, frustración…
No fue casual la estampa final. Los jugadores cabizbajos en el centro de la cancha y Luis Fernando Tena en el área técnica, sin ganas de entrar al túnel, conscientes de que están lejos de ver la luz.