Jorge Rivera
NuestroNoroeste.com
Bajo una pertinaz llovizna y a una temperatura de apenas 50 grados Farenheit, unos 10 centígrados, los Sounders de Seattle se presentaron ante su público de CenturyLink Field en busca casi de un milagro.
Un milagro que no ocurrió.
Una afición cada vez más fiel y cada vez más numerosa, que este año promedió más de 38,000 aficionados por partido en el estadio, se levantó con bufandas y protectores de lluvia a saludar el último partido de un año que tuvo de todo, tri-campeonato, clasificación a rondas finales de “Concachampions”, y un par de goleadas inesperadas y en momentos inoportunos, contra Manchester United en Julio y Real Salt Lake la semana anterior.
El final fue triste porque Sounders, a pesar de vencer 2-0 al Real de Salt Lake City, no remontó el agregado y despidió un año de mejora, que termino sin embargo de manera similar a los dos anteriores.
El Partido
Sounders saltó a la cancha con un esquema levemente más conservador que en el juego de ida en Utah, con dos volantes mixtos, Friberg y Evans, este último improvisado de carrilero, con el flaco Fernández por el otro costado; Sigi Schmid también decidió regresar adelante con Fucito en el arranque y Samuel Ochoa en principio en el banco de suplentes.
Real Salt Lake por su parte, y como lo anticipó su entrenador Jason Kreis el sábado, arrancó sin sus dos centrales titulares, Olave y Borchers; Andy Williams y Chris Schuler llenaron esos espacios.
Williams fue el primero que buscó más la pierna de un contrario que el balón, derribando a Montero para el primer tiro libre de la noche, tras el cual Leo Gonzalez logró sacar un centro que sorpresivamente Jhon Kennedy Hurtado casi logra arrancar de las manos del portero Rimando.
Montero fue por su parte el primero en perderse una ocasión de gol a los 7, cuando un tiro libre de Friberg desde la izquierda fue cabeceado por Fernández y le quedó al colombiano solo en el segundo palo, pero su toque suave buscando la red salió ligeramente desviado.
Las malas noticias no tardaron en aparecer para Sounders, cuando a los 15 minutos Álvaro Fernández tuvo que dejar la cancha con un tirón en su muslo izquierdo, aparentemente tras un resbalón, y Lamar Neagle tuvo que entrar en su reemplazo.
Seis minutos después fue Evans quien tuvo que ir a sentarse, tras golpearse el tobillo derecho contra la pierna de un contrario al tratar de bajar un balón: Roger Levesque recibió entonces la oportunidad por el carril derecho.
Sounders buscó el gol con insistencia durante todo el primer tiempo, pero Salt Lake mantuvo siete hombres en su primer tercio de la cancha la gran mayoría de los 45 minutos, haciendo muy difícil la creación de espacios.
El costarricense Alvaro Saborío creó un momento de silencio en el estadio a los 30 minutos, cuando buscó por el segundo palo un cabezazo tras un centro templado de Espíndola, típico de varios goles del equipo lagunero, pero esta vez su paisano Leo González los anticipó desviando al tiro de esquina.
A los 35, un remate de Alonso y una media vuelta de Levesque fueron desviadas camino del arco por defensas del Real, segundo antes de que la más clara, una volea de Jeff Parke con el portero vencido, fuera sacada en forma espectacular, a medio metro de la raya de gol por el defensa californiano Tony Beltrán.
A los 42 minutos Montero logró quedarse con el balón en el área de cinco yardas y rematarlo a gol, pero recibió anulación del árbitro por haber empujado al portero Rimando en la jugada; el colombiano volvió a abrirse paso dos minutos después y remató con violencia desde quince metros, pero tan duro que el balón se elevó.
Un tiro libre más de Montero y dos tiros de esquina tras remates de Fucito, completaron la intensa pero inefectiva andanada de ocasiones de gol de Seattle, Sounders hizo en total 15 remates al arco, Real Salt Lake uno, pero los equipos se fueron al descanso igualados.
Segundo Tiempo
A los 3 minutos ya Sounders tuvo su primera oportunidad del complemento, cuando González y Montero se proyectaron por la izquierda y este último centró desde la raya dejando a Fucito solo frente al portero, pero el pequeño “punta” no pudo rematar con claridad.
Un par de llegadas más se presentaron sobre el arco antes que, a los 9 minutos Tony Beltran agarrara a Fucito en el área, forzando la pena máxima; Osvaldo Alonso cobró duro y abajo, pero al centro, apenas justo para vencer a Rimando, marcar el 1-0 y avivar la esperanza.
Y la esperanza en verdad se avivó, siete minutos después Alonso recuperó un balón a la entrada del área, pasó a Montero quien de excelente “toquesito” dejó solo a Neagle en el segundo palo, el de Federal Way le pegó de zurda colocado y marcó el 2-0.
Las más de 36,000 almas que llegaron esta noche ya hacían vibrar el estadio dos minutos después, cuando Neagle volvió a rematar colocado desde la izquierda pero desde más lejos y esta vez Rimando voló al palo lejano y contuvo el disparo.
Quizás por la excitación, Sounders perdió un poco la precisión en el manejo de la pelota durante los 10 minutos que siguieron al gol de Neagle, pero apoyado en buen manejo del balón de su cuatro defensivo, los del verde radiante fueron creando una permanente herradura alrededor de la puerta rival.
Sigi Schmid se jugó la última carta al minuto 30, la esperada, descansando a Fucito y enviando al “Sammy” Ochoa a buscar el empate en el agregado.
El inevitable contragolpe mortal cayó a los 34, cuando una pase largo desde la derecha dejó al argentino Espíndola solo frente a Keller: el del barrio Merlo en Buenos Aires remató con todo, pero el puñetazo de Keller logró evitar el que habría sido un puntillazo para los de casa.
En los últimos cinco minutos, los jugadores de Salt Lake comenzaron a caer “lesionados” en medio de la silbatina del público, pero logrando el objetivo de cortar el ritmo del partido; el juvenil mexico-americano Luis Gil, de apenas 17 años, fue el último en ingresar por los visitantes.
El juego terminó entre los abrazos de los hombres del Real y un par de Sounders tendidos en la tristeza, a Seattle no le alcanzó esta vez para la remontada, y el año de fútbol profesional en el Noroeste se terminó de manera dramática, dejando sabor agridulce por una buena temporada, que sin embargo no consiguió su objetivo principal, pasar de la primera ronda en la liguilla.
_