Jorge Rivera / Hablemos futbol
Mauro Damián Rosales, el argentino de la provincia de Córdoba que llegó al club a final del invierno pasado, luego que se dañó su vinculación al futbol mexicano, fue elegido como la mejor contratación del año en la MLS 2011.
Rosales dobló o triplicó a sus rivales, según el caso, en la votación de entrenadores, jugadores, y directivos de clubes de la liga; otros dos jugadores de nuestro origen, Farid Mondragón y Omar Bravo fueron también candidatos.
Es la segunda vez que un jugador de Sounders recibe este galardón, habiendo ganado Fredy Montero la misma distinción durante su debut y el del Club en el 2009.
“Es un premio que comparto con mis compañeros, porque sin ellos no tendríamos éxito”, dijo Rosales en oficio de prensa del Club de casa; “quiero darle las gracias a todos en la familia de Sounders, entrenadores, jugadores, y por supuesto la afición”, agregó.
El volante creativo salido de las divisiones inferiores del Newell’s Old Boys de Rosario en Argentina, quien ganó medalla de oro para su país en las olimpiadas del 2004, y jugó con el Ajax de Holanda y el River Plate de Buenos Aires, actuó en 26 ocasiones para Sounders, marcando 5 goles y liderando al equipo en pases a gol, con 13.
Comentario
“El Rayo” trajo a la MLS su cuota sincera del fútbol que ha hecho al jugador sudamericano el más respetado del mundo, destreza y control del balón sumadas a visión de la cancha; el fútbol arte y espectáculo por el que la gente paga un boleto, muchas veces sin importar si su equipo gana o pierde.
Rosales entiende además el concepto de entrega y de velocidad como obligatorios en el fútbol de Europa y de este país.
Pero, pasado de los 30 años, vulnerable a las lesiones como son todos los jugadores habilidosos, Rosales enfrenta un momento crucial de su carrera, quizás la última oportunidad para que un Club le pague lo que se merece.
Sounders debe tomar una decisión valiente, y poner los dólares donde los ojos de su enorme afición están, y ese sitio es principalmente y sin duda, los botines de Rosales.