Luis Homero Echeverría
Agencia Reforma
PHOENIX, EU .- Las segunda partes sí pueden ser buenas… al menos en la fachada del Tricolor.
Después de una primera mitad con sabor amargo y muestra de carencias defensivas, México resucitó para sacarle el empate 2-2 a Estados Unidos y evitar una caída que ya parecía cantarse en el Estadio de la Universidad de Phoenix.
Fue un equipo mexicano de dos caras ante el acérrimo rival en la zona de Concacaf.
El primero de nula conexión en la zona de ataque y fragilidad defensiva, sobre todo en la contención donde Jesús Zavala se olvidó de sus tareas, y en la zaga central con falta de velocidad en sus intentos de alcanzar a los rematadores estadounidenses.
Al no existir peso por parte de los volantes mexicanos y sobre todo el carrilero por derecha, Rogelio Chávez, el cuadro de las barras y las estrellas movió el esférico de un lado a otro del campo, con trazos largos y diagonales que rompieron la zona central del Tri.
En ello resultó básico Michael Bradley, el hombre más técnico del partido, al recuperar sin problemas los balones y servirlos rápido hacia Graham Suzi y Brad Davis.
México fue muy complaciente en su sector defensivo y no tuvo en Marco Fabián la solución para generar adelante, además de que Carlos Peña no logró distribuir de la mejor manera los esféricos.
Al minuto 14, Bradley marcó el primero al ganarle en la marca a Zavala, al aparecer a segundo poste para batir a Moisés Muñoz, y al 27′ Chris Wondolowski firmó el segundo en jugada de táctica fija.
México fue un fantasma en la primera mitad, pero los ajustes del técnico Miguel Herrera en el descanso le dieron cara para el complemento.
Ingresaron Raúl Jiménez, Juan Carlos Medina y Luis Montes y entonces sí, el balón fue del Tricolor.
Sobre todo cuando entró Paul Aguilar y volvió a existir el lado derecho mexicano. Por ahí vinieron las mejores jugadas de los verdes, como la del empate al 66′ a través de Alan Pulido, al aprovechar el rebote tras el tiro del propio Aguilar al poste.
Antes, Rafael Márquez inició el despertar del equipo con su gol con la testa al 48′.
La Selección sumó su quinto partido en fila sin poder vencer a Estados Unidos, pero ganó al dejar en claro que las oportunidades para “nuevos” jugadores no dieron el mejor resultado.
Los hombres ya conocidos de Herrera rescataron el partido y serán quienes darán la cara en Brasil 2014.