Efrain Palomino Morales
Corresponsal de La Raza del Noroeste
La situación es para destapar una botella de tequila, prender un puro jarocho y arreglar las cosas como los hombres es decir, a palabras. ¿Qué, ustedes quieren que soltemos trompadas y recordatorios maternales con la Conmebol nomás porque nos trataron como a chachas de rancho? ¡Pues no!, ni que fuéramos qué para solucionar los problemas como mis tías (del chongo, pues). Lo que sí se deben cuidar son los acuerdos a los que se llegue con el órgano rector del pámbol sudamericano, y es que un precedente como éste nos puede ayudar a que la Conmebol nos vea a partir de ya como algo más que un invitado que le genera millones de dólares por concepto de patrocinios. Tan importantes son los clubes mexicanos para las arcas de la Conmebol que el patrocinador número uno de la Copa Libertadores, Banco Santander, ha recomendado a los sudamericanos que arreglen las cosas cuanto antes con la Femexfut, ya que la ausencia de México en el cono sur arroja perdidas millonarias. El porqué de seguir montados en nuestro macho y no aflojar ahorita que más tensa está la cosa es por la sencilla razón de que el fútbol mexicano ha sido el que le ha puesto sabor al caldo a partir de su inclusión en torneos como la Copa América, Copa Libertadores y Copa Sudamericana, sólo hay que hacer memoria para poner sobre la mesa los resultados de nuestra selección nacional y de nuestros clubes (el Tri ha jugada varias finales continentales y Cruz Azul, Pumas y Pachuca han hecho sonar el mariachi chulo de bonito). A final de cuentas, lo único que se pide es el reconocimiento a nuestra cáscara. Por primera vez en la historia nuestros directivos se fajaron los pantalones y mostraron carácter a la hora de defender los intereses deportivos de la Femexfut y esto, mi raza, hay que sostenerlo hasta sus últimas consecuencias para dejar en claro que en México, además de fiesteros, somos personas de ley y de respeto.