Carlos Rubio ,
Agencia Reforma
LEÓN, Guanajuato.- Las Chivas demostraron que se están levantando, y anoche volvieron a saber lo que es ser campeones. De forma dramática, con polémica y en un territorio hostil, el Guadalajara de Matías Almeyda dio muestras de su grandeza al vencer 1-0 como visitante al León en la Final de la Copa MX para quedarse con el galardón que el torneo pasado se le fue y que desde 1970 no ganaba. Controversial porque Rodolfo Cota, quien siendo el portero de Puebla el torneo pasado le robó el título a las Chivas en el mismo certamen, ahora colaboró para darle el trofeo al Rebaño, pues el árbitro Jorge Isaac Rojas sólo lo amonestó al cometer una mano fuera del área cuando Darío Burbano estaba a punto de llevárselo. Pero eso no fue culpa del cuadro tapatío, que mostró la garra que Almeyda tanto ha pregonado y que vino a inyectarle a los jugadores, y así, sin dejar de correr los 90 minutos logró quedarse con la Copa cuando parecía que pese al esfuerzo, el partido se le podía ir de las manos en un contragolpe de León.
Al minuto 70, Oswaldo Alanís metió el único gol del encuentro para sentenciar la victoria rojiblanca, tras un un centro de esos que a lo largo del torneo ha cobrado Raúl López y que han encontrado la cabeza de Omar Bravo, pero ahora fue defensor central el que con certero cabezazo puso en camino el título para el Rebaño. El gigante despertó y su afición también, los gritos de “Chivas, Chivas” unieron más que los de la porra local, que recibió como un balde de agua fría esa anotación, justo cuando parecía que en una llegada de Mauro Boselli o Carlos Peña inclinarían la balanza para los Esmeraldas. En el palco de los visitantes un Jorge Vergara efusivo volvió a saber lo que era festejar un triunfo, y eufórico tras el gol de Alanís abrazó a su gente de confianza, José Luis Higuera, CEO de Omnilife, Jaime Ordiales y a Freddy Helfon. Almeyda también explotó de júbilo, y no era para menos, en menos de 50 días que lleva al frente del Rebaño ya ha ganado más que el desfile de técnico que lo precedieron. Unidos, como ha buscado el argentino desde su llegada, luego de los festejos normales tras el título, todo el grupo se hincó para orar y agradeció por la hazaña, para más adelante en la premiación darle su espacio a Vergara, quien corriendo bajó a ser parte de la celebración.