TIM DAHLBERG
LAS VEGAS (AP) — Los admiradores de Ricky Hatton nunca se aburren de cantar que no hay nadie que se compare con el británico. El problema para el retador es que sólo hay un campeón en el mundo del boxeo. Se llama Manny Pacquiao, y todo lo que hizo la última vez fue darle una paliza a Oscar De La Hoya, al punto que lo mandó al retiro. Esa pelea no sólo hizo más popular a Pacquiao, sino también es lo que tiene al filipino favorito 2-1 sobre Hatton para el combate de la noche del sábado por el cetro superligero. Se trata de la primera gran pelea tras el retiro de De La Hoya. Pesa al amplio favoritismo por Pacquiao, tanto Hatton como sus seguidores que al final de cuentas será el a quien le levantarán los brazos como ganador. "No es una situación nueva para mí", dijo Hatton. "La gente dice que yo soy puro humo, que me han conseguido peleas fáciles, que soy un gordo y un inglés borracho. Pues, que les puedo decir, voy a sorprender al mundo entero". Una victoria de Hatton realmente no causaría sorpresa, pero dolerá bastante en las Filipinas, donde su figura ha captado tanto impacto que se habla de que algún día se postulará a la presidencia. Fue su triunfo ante De La Hoya lo que finalmente lo que lo catapultó a la fama y con la etiqueta del mejor boxeador libra por libra del momento. Es un etiqueta mítica, pero Pacquiao ha ganado suficientes títulos de verdad para justificar la condición. Aunque la pelea con Hatton es por un título con menos lustre, una victoria en las 140 libras le dará a Pacquiao su sexta corona en seis divisiones, comenzando con las 112. "Si eso pasa, entro en la historia y eso será mi legado", dijo Pacquiao. Los dos boxeadores se reunieron el miércoles para la última rueda de prensa previa al combate en el MGM Grand hotel-casino, donde ambos encandilaron la última vez que se subieron al entarimado. Para Pacquiao fue el triunfo ante De La Hoya, pero Hatton también se exhibió unas semanas antes cuando noqueó a Paulie Malignaggi. La única derrota de Hatton fue cuando Floyd Mayweather Jr. lo noqueó en el décimo asalto en diciembre de 2007. Su récord y popularidad le aseguraron una bolsa de 8 millones de dólares para la pelea con Pacquiao. "Manny no ha enfrentado a nadie con la capacidad de presionarle con fuerza y velocidad de manos", dijo Hatton. "Me gustaría creer que soy muy superior, pero creo que será una pelea maravillosa". Los promotores calculan que ya vendieron las 15.000 localidades en el MGM y ahora ofrecen circuito cerrado en otros hoteles de Las Vegas. También confían que, pese a la mala situación económica, la gente pagará 50 dólares para ver la pelea mediante el sistema pago por ver, acompañados por amigos.