CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Un número indeterminado de aficionados fue obligado a abandonar el Estadio Azteca el martes, durante un partido de la Liga de Naciones de la CONCACAF entre México y Panamá, por proferir un insulto considerado homofóbico, como parte de las nuevas medidas para erradicar ese grito.
Por primera vez desde que se implementó la nueva estrategia contra el polémico grito que emiten los espectadores mexicanos cada vez que un arquero rival realiza un despeje de meta, se tomó la determinación de expulsar espectadores, informó la Federación Mexicana de Fútbol.
A finales del mes pasado, los dirigentes del fútbol en México anunciaron los nuevos pasos para disuadir a los aficionados de gritar a coro la palabra soez en los partidos del torneo local y en los de la selección mexicana. Se advirtió que quienes fueran sorprendidos en estos actos tendrían que marcharse del graderío.
La semana pasada se lanzó adicionalmente una campaña en prensa escrita, radio y televisión, en la que conocidos comentaristas de fútbol y jugadores de la selección les recuerdan a los aficionados las posibles consecuencias de persistir con la manifestación considerada homofóbica.
Algunos hicieron caso omiso.
“Durante el juego, no hubo necesidad de aplicar ninguna de las medidas de suspensión momentánea del partido, por no existir gritos contundentes a juicio del árbitro central”, informó la Federación Mexicana en un comunicado. “Sin embargo, por la actuación inadecuada de unos pocos aficionados realizando gritos discriminatorios en contra del portero de la selección de Panamá, éstos fueron retirados del estadio”.
El organismo no dio a conocer la cantidad exacta de aficionados que fueron retirados, ni en qué momento del encuentro ocurrió la expulsión.
Poco más de 26.000 aficionados acudieron al partido, durante el que fue prácticamente imperceptible el grito. Algunos aficionados optaron por corear la palabra “México” en los despejes del arquero panameño Luis Mejía.
La FIFA ha impuesto 14 multas a México por el grito de los aficionados. El nuevo protocolo del organismo rector del fútbol mundial contempla sanciones que van desde las económicas hasta jugar a puerta cerrada, perder puntos sobre la mesa o ser expulsado de una competencia.
México, por ser reincidente, ya estaría en riesgo de las sanciones más graves.