Por BARRY WILNER,

Associated Press

SEATTLE (AP) — Nunca hay que poner en duda el temple de los indomables Seahawks de Seattle.

Desprolijos con el balón y dominados durante casi todo el partido por Green Bay, los Seahawks protagonizaron el domingo una sensacional remontada para vencer 28-22 a los Packers en tiempo extra.

Así, avanzaron al Super Bowl, donde tratarán de refrendar su título, frente a los Patriots de Nueva Inglaterra.

Russell Wilson, despistado toda la tarde, apareció a la hora decisiva y conectó un pase de touchdown de 35 yardas con Jermaine Kearse en la única posesión de la prórroga del duelo por el título de la Conferencia Nacional.

Los Seahawks se convirtieron en el primer campeón vigente de la NFL que repite en el Super Bowl después de 10 años. Más tarde, los Patriots sufrieron mucho menos que Seattle, y trituraron 45-7 a los Colts de Indianápolis.

En cambio el logro de Seattle fue asombroso.

Neutralizados durante casi todo el partido, con cinco pérdidas del balón, los Seahawks (14-4) perdían 19-7 con unos cuatro minutos por jugar y todo parecía decidido con un ataque que no carburaba.

Pero Wilson supo orquestar una serie ofensiva con pases a Doug Baldwin y Marshawn Lynch, a quien inicialmente se le cantó un touchdown, luego anulado por haberse salido de la cancha. Wilson corrió una yarda para poner el marcador 19-14 con 2:09 restantes.

Seattle recuperó el balón con una patada lateral en la yarda 50, luego que los Packers hicieron malabares para quedarse con el ovoide.

Con un acarreo de 24 yardas, Marshawn Lynch anotó un touchdown.

Acto seguido, y con un envió a la desesperada de Wilson, Luke Wilson atrapó el balón para concretar la conversión de dos puntos y una ventaja 22-19.

Pero Aaron Rodgers no bajó los brazos y condujo la ofensiva de los Packers (13-5) para que Mason Crosby pateara su quinto gol del partido, desde 48 yardas, con 14 segundos por jugar.

El turno siguiente correspondió a Wilson y Kearse, sentenciando el partido cuando habían transcurrido 3:19 minutos del tiempo extra. “Cualquier derrota es mala”, expresó Rodgers.