Efraín Palomino Morales
Corresponsal de La Raza del Noroeste
Estamos en la recta final de los Juegos Olímpicos Londres 2012 y, aprovechando este suculento manjar deportivo, la gente ha optado mejor por chutarse la justa olímpica antes que dormirse con la Liga MX, y sobre todo porque el Tri disputará la final ante Brasil en busca de la medalla de oro. Por su parte, la abuela Chucha reabrió su cocina Las Garnachas Cascareras y, a diestra y siniestra, a todos invitaba con singular alegría.
“¡Pásele, güerito, que aunque se parezca al Cepillo Peralta en lo feíto, aquí le invitamos un plátano bien frito! ¡Haga caso a su antojo, señito, no vaya a ser que el chamaco le salga con cara de ardilla como la de Carlitos Vela y nomás por hacerle el fuchi al Tri olímpico! ¡No lo piense mucho, marchante, y éntrele a la especialidad del día: chilaquiles verdes a la Flaco Tena, es decir, que enchilan harto que da gusto y sin pena ajena!” gritaba la doñita.
“A mí sírvame unos tacos sudados de chicharrón prensado y es que, aunque le ganamos a los japoneses para disputar la medalla de oro, vaya que nos sudó llegar a estas instancias”, dijo don Pedro, sobándose su panza de pulquero. “Mejor le invito un sal de uvas con bicarbonato, digo, para que no le gorgoree el asterisco ahora que nos enfrentaremos a Brasil, así como le pasó anoche en mi catre que, a la hora de colgarse la medalla de oro con una servidora, se le colgó pero otra cosa”, respondió la doñita, guiñándole el ojo busconamente.
De pronto, el Chido One en la cocina apareció y, con más hambre que maratonista al llegar a la meta, a su abuela se dirigió. “Sírvame sin demora un vuelve a la vida y es que mis Águilas perdieron altura frente a los Potros y no queremos que ante los Zorros se nos acabe lo invicto”, dijo el orgullos chilango. “¡Ya le calló de la que ni con jabón se quita! Y no me vengas con platillos locales y botaneros cuando estamos por chutarnos un manjar olímpico. Y para que veas que no soy desconsiderada y viendo que sigues enajenado con tus gallinitas de Coapa, te serviré pero un caldo de pollo, esperando que el Tri gane la medalla de oro y le ponga sabor a tu caldo y al desabrido torneo local que nos tenemos que aventar cada ocho días”, dijo Chuchita, dándole un zape a su nieto, mientras todos en la cocina soltaban la carcajada.
¡Nos chutamos la próxima semana!
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