Jorge Rivera

NuestroNoroeste.com

No hay sensación más molesta que la de ver pasar las cosas, sin poder hacer nada para cambiarlas.

Cuando este fin de semana se juegue la jornada 30 de la MLS en el 2009, cuatro equipos pelearán por sus vidas, y tres se quedarán mirando, sin poder jugar.

La pregunta será quienes siguen con vida, y quienes se unen al baile que tristemente viven el Red Bull y San José, y quizás Dallas, que ya sobran en el torneo.

Los increíblemente apretados calendarios de la liga, con amistosos todo el verano, torneo de Superliga, y Liga de Campeones en CONCACAF, han forzado un calendario extraño, en el que, a solo tres jornadas del final, hay 7 equipos que no compiten este fin de semana.

Los que buscan una casilla

Entre quienes sí actúan este fin de semana, hay dos equipos con opción real de llegar a la liguilla, y dos que tienen un pie fuera, pero con tres puntos mantendrían una mínima esperanza.

Los Rebeldes del New England Revolution, con 38 puntos, se juegan el paso a finales batallando al mejor de la liga, el Columbus, a quien reciben este sábado, y enfrentan de nuevo, como visitante, en la jornada final.

De vencer el sábado, Revolution alcanzaría al Chicago, que tampoco actúa; esa victoria mantendría a New England en control de su destino, el cuál definiría precisamente cerrando contra Chicago y Columbus.

Con 35 puntos, por otra parte, Toronto FC recibe a los terremotos de San José, cansados quizá después de actuar el miércoles pasado, y eliminados de la liguilla.

Los rojos del Canadá, con una victoria, quedarían como el “equipo 9” de la liga, en zona de eliminación pero acechando por un cupo.

“Ellos se ven muy, pero muy, hambrientos para este fin de semana, es lo que siguen diciendo” declaró el entrenador interino del Toronto, Chris Cummings, sobre sus jugadores “Vamos a empujar con todo en los últimos tres partidos”, dijo.

Los que tienen menos opción son el Real Salt Lake y los Hechiceros de Kansas.

Real recibe al Red Bull, el peor equipo de la liga, y una victoria los dejaría en posibilidad matemática de lograr 43 puntos.

Aun así, Toronto y Colorado, ambos en la pelea, quedan todavía en el camino del Real; o sea que cada partido es una final para los de Utah.

Los hechiceros de Kansas, que han repuntado un poco hacia el final y no pierden hace 4 juegos, buscarán vencer a Chivas de visitante, para seguir con vida.

Si no ganan, esperarán al Sounders FC, la semana siguiente, como equipo eliminado.

La situación del Sounders FC

A pesar de no poder hacer nada por sumar puntos este fin de semana, el equipo de Seattle parece confiado de haber encontrado la fórmula para llegar a la liguilla.

“Lo que pasa, creo yo, es que al parecer hemos vuelto a encontrar ese aguante que tuvimos en defensa al comienzo de temporada”, dijo el entrenador de los verdes, Sigi Schmid.

“Es como, pase lo que pase vamos a tratar de ponernos frente al balón, y bloquearlo y defender, y no ceder en nada”, agregó.

Y es cierto, se puede decir que la defensa “le ganó el partido a Sounders” en el 0-1 contra Columbus.

Hurtado estuvo fenomenal, Marshall entregó el alma, y hasta sacó un balón en la raya, y Keller tuvo una atajada espectacular, que era gol seguro del Columbus.

Numéricamente, Sounders FC es la segunda mejor defensa de la liga, con 26 goles en contra, pero en la práctica se puede decir que es la mejor, porque Chivas tiene 25 en contra, pero con dos juegos menos que Seattle.

La defensa es una carta sólida de Sounders FC para sus últimos dos juegos.

La confianza, es la otra carta.

“Usted tiene que ganar partidos grandes para convencerse que puede ganar partidos grandes”, volvió a decir, como hace meses, el entrenador.

“Eso es lo que estamos comenzando a construir aquí, obviamente ganar la Copa jugando en DC es un ejemplo y ganarle a Columbus es otro ladrillo de esa construcción”, agregó refiriéndose al logro de quitarle el invicto de más de 20 jornadas al campeón reinante de la liga.

Sounders descansa este fin de semana, tratando de no perder la forma para el crucial juego en Kansas, pero seguramente observando con cuidado a quienes tratan de no quedar sobrando.