MEXICO (AP) — Con la pistola en la frente, Salvador Cabañas retó a su agresor a dispararle después de una breve discusión sobre fútbol en el baño de un bar en ciudad de México, según la supuesta declaración de un testigo reproducida el jueves por la prensa local.
El encargado de la limpieza del baño del bar alegadamente declaró a las autoridades que el presunto agresor de Cabañas le reclamó por su supuesta falta de goles con el club América, lo que detonó una discusión que concluyó cuando el futbolista cayó con una herida de bala en la cabeza, reportaron los diarios mexicanos Récord y Reforma.
El empleado, identificado como Javier Ibarra, refirió que luego de que Cabañas le reprochó quién era él para cuestionarle, el agresor sacó la pistola y se la puso en la frente.
“Jálale, jálale (dispara)”, habría dicho Cabañas a su atacante, según el relato de Ibarra reproducido por Récord.
Reforma señaló que la frase habría sido “Tírale, tírale si tienes muchos hue…”.
El área de prensa de la Procuraduría de la ciudad de México no confirmó ni negó las versiones ante una solicitud de información de la AP y sólo señaló que la investigación continúa abierta mientras se recaba más información.
El agresor ha sido identificado como José Jorge Balderas, quien no ha sido localizado por las autoridades.
Las supuestas declaraciones de Ibarra contrastan con la primera hipótesis de la Procuraduría, que el martes informó que una versión refería que la agresión habría sido resultado de un reclamo de Balderas por el acercamiento del cuñado de Cabañas a una bailarina cubana.
Por lo pronto, la Procuraduría local informó la noche del miércoles que siete personas, incluido Ibarra, quedaron retenidos como presuntos responsables de coparticipar en la tentativa de homicidio de Cabañas, cuyo estado de salud se mantenía grave tras el disparo recibido la madrugada del lunes.
Entre los otros seis detenidos como presuntos copartícipes se encuentra el gerente del local “Bar Bar”, dos meseros y tres vigilantes.
En el último parte médico de la noche del miércoles se informó que la alta presión intracraneal que sufría el futbolista fue controlada a niveles estables, aunque continuaba grave.