Algunos temas en el fútbol son discutibles, la mayoría, pero otros no lo son tanto.
Cuando un entrenador decide cambiar cinco jugadores, no lesionados, de su plantel titular, durante un partidos del torneo, pueden pasar dos cosas
Que tenga éxito, y logre un resultado similar al que se habría esperado de tener los titulares.
O que fracase, que el resultado sea inferior a lo esperado; entonces todos lo mirarán con ojos de pregunta.
Eso le pasó a Sigi Schmid esta semana; no solo el alemán decidió sentar cinco titulares, sino que entre ellos dejó en la banca a los anotadores de cuatro de los cinco goles verdes en la temporada.
Schmid además ubicó en punta, por primera vez en la historia a Evans y a Ljungberg.
Técnicamente podría decirse que jugó sin delanteros.
Y perdió el partido.
Por supuesto, cuando joven, Ljungberg era delantero, y cuando era sub 20, Sigi alineó a Evans de delantero dos veces, en prácticas.
Eso no los hace reemplazos sólidos para Zakuani, o para Montero.
El experimento es sin duda interesante; el equipo tiene debilidades grandes en ataque, y se deben probar otras opciones.
La experiencia además abre los ojos sobre lo que puede hacerse en Julio o Agosto, cuando a los 8 partidos partidos de la liga se sumen dos o más de Liga Concacaf, y posiblemente las rondas finales de la Copa de EU.
Y es necesario hacerlo ahora, cuando no se tiene a Jaqua, y se sigue jugando sin hombre grande en punta.
Pero el experimento, este experimento del domingo anterior, fracasó.
De eso, no hay duda.
JRP