Es el cuarto año de Sigi Schmid al frente de Seattle Sounders, un equipo con el mayor promedio de asistencia al estadio en la MLS y uno de los más altos de todo el continente americano.
El equipo tiene respeto, prestigio, dinero, y copas de torneos menores… pero, ¿dónde está la Copa MLS? Se pueden estar preguntando a esta hora los dueños.
Todos en Seattle quieren al alemán, pero llega el momento en que la mayoría puede empezar a querer más el trofeo grande, que al amable hombre de la prominente figura.
Por eso quien escribe cree que la presión está empezando a subir para el técnico de Sounders, y que el equipo puede estar comenzando a jugar más por el resultado, impulsado a un futbol “más efectivo”, se podría decir.
Los cambios reciente así podrían indicarlo, no existe estadística confiable del número de centros al área, pero en la cancha se percibe más pase largo y menos toque, un futbol más abierto que usualmente crea más oportunidades, aunque con frecuencia de menos calidad.
No hay nada de malo en ello, sobre todo si se tienen dos hombres que las saben convertir en goles, de hecho, Sounders ha ganado 3 de sus últimos 4 juegos por la liga, lo que es bueno.
Pero el futbol puede estar siendo menos vistoso, menos toque y menos drible a cambio de más centros buscando una cabeza bien colocada.
¿A qué juega el alemán? Podría también preguntarse en la cancha, donde ahora hay un llegado de la nación teutona, Christian Tiffert, quien en teoría reemplaza a Alvaro Fernández y en la práctica a Brad Evans, porque se para cerca de Osvaldo Alonso.
Tiffert aún no muestra su juego, parece pararse muy atrás y todavía es “Ossie” el que le pone picante a la salida por el centro del equipo verde.
De modo que los alemanes están en la mira, uno desde el banco tratando de ganar por fin el torneo, el otro desde media cancha, tratando de hacerse sentir.
Ojalá lo logren.
JRP