Un convertible fuera de lo común

Alberto Bortoni

Agencia Reforma

Durante nuestra visita a Pebble Beach para el Concurso de la Elegancia, Nissan nos facilitó uno de sus modelos exóticos para conocerlo a detalle durante el trayecto a la Península de Monterey desde Los Angeles y de regreso.

No fue el GT-R, que era nuestra primera opción en la lista, pero fue un modelo igualmente raro de ver y de un gusto un tanto más ecléctico. Se trata de la nueva Nissan Murano Cross Cabriolet, una versión descapotable del crossover de Nissan. El modelo es reciente y Nissan no tiene planes de traerlo a nuestro país. Sin duda es un modelo que polarizará las opiniones; las negativas han sido las que han predominado al menos al verla en fotografías.

En persona la Cross Cabriolet luce bastante más agradable y California es sin duda el ambiente natural para un crossover convertible. Sin duda el cielo soleado y las temperaturas agradables del estado lo hacen el mercado perfecto para un vehículo como este.

En la calle el modelo nos sorprendió por el entusiasmo de las personas en las calles. Debemos decir que al principio nos pareció que los comentarios podrían ser en tono sarcástico pero después de unos días con halagos frecuentes y gente fotografiándola los comentarios fueron tomados con más seriedad. Hubo quien hasta nos ofreció su Ferrari 458 a cambio, pero no aceptamos por no tener que dar explicaciones a Nissan.

Mecánicamente la plataforma es compartida con la Murano normal; esta es movida por un motor de seis cilindros de aspiración natural, una transmisión automática continuamente variable y un sistema de tracción a las cuatro ruedas.

A diferencia de la Murano normal, la Cross Cabriolet tiene unos cuántos kilitos de más y se notan al momento de acelerar. No se trata de un modelo lento, pero no resulta tan rápido como lo sería una Murano con techo rígido.

La ergonomía de la Murano es bastante buena. Por su posición alta resulta fácil entrar, al menos a los asientos delanteros. Para la parte trasera la historia es un poco diferente y es que dado que esta versión cuenta únicamente con dos puertas se tiene que recorrer el asiento delantero hacia delante y entrar por el pequeño espacio liberado.

Una vez en el asiento trasero hay suficiente espacio de piernas y altura para que dos adultos viaje cómodamente. Cabe señalar que la Cross Cabriolet cuenta únicamente con cuatro plazas ya que al igual que en los asientos delanteros hay una consola central en la parte trasera.

En carretera resulta cómoda e incluso bastante más silenciosa de lo que se podría esperar en un convertible. La capota hace un buen trabajo aislando el ruido del aire e incluso a velocidades de autopista el ruido resulta sólo ligeramente más alto que en un vehículo de techo cerrado.

Y los pocos sonidos que pudieran resultar del rodado o viento pueden ser fácilmente opacados por el potente sistema de sonido de Bose que esta versión trae de serie.

Para México Nissan ha dicho que no tiene planes de traerla. Quizá sería una apuesta un tanto arriesgada y valdrá la pena ver cómo se desempeña en Estados Unidos. Después de andar en ella durante casi una semana es fácil ver lo conveniente de la idea.

En ningún otro convertible de cuatro plazas se puede andar de forma cómoda y segura en autopistas, gozar del aire libre de un descapotable

y pasar despreocupadamente por terracerías ligeras o caminos maltratados. Para quienes la tengan sin duda gozarán de estas bondades; el problema será convencerlos de probarlas.