Tiene buenos reflejos

David Loji

Agencia Reforma

MÉXICO, DF .- General Motors tiene nuevos planes para su división Buick, pues la desea transformar en una alternativa a marcas de lujo como Acura y Lexus. La marca Buick ha sido la que produce los modelos más confiables de GM, lo que sin duda alguna le ayuda a su imagen.

Sin embargo, también enfrenta el enorme desafío de tener una imagen muy conservadora y encaminada a gente mayor. Buick debe atraer a una clientela más joven al mismo tiempo que no pierde a sus compradores actuales. Ya lo ha intentado en el pasado sin éxito.

Un intento fallido fue el deportivo Reatta que tenía dos asientos y pantalla sensible al tacto para sistema de audio y aire acondicionado. La nueva generación de productos Buick dan señales alentadoras de que los planes de reinventar la marca van por buen camino.

Los dos mejores indicios son el sedán de lujo LaCrosse de segunda generación y el nuevo Regal sedán que se basa en el Opel Insignia.

El nuevo LaCrosse es un producto que muestra congruencia en cuanto a planeación, diseño, ejecución con respecto a los objetivos de la marca.

Su estilo, equipamiento, calidad e ingeniería son los mejores que ha tenido un producto Buick. Esto no significa que se haya logrado romper de manera total con el pasado conservador de la marca, pero es un paso importante en la dirección correcta.

El nuevo LaCrosse tiene un estilo moderno y discreto, llamando la atención el diseño inclinado de su tercer poste del techo. Los costados tienen una línea de carácter que recorre todo el auto y es un homenaje a modelos Buick de antaño. Las llantas lucen de buen tamaño y los arcos de las ruedas son realzados lo que da una postura alerta al auto.

En la parte trasera destacan luces mediante LED”s y dos salidas para el escape de diseño elaborado.

Los espejos tienen direccionales y el quemacocos es panorámico. Los faros son de xenón con iluminación adaptiva. Sin embargo, mientras que la forma del auto es moderna, su ornamentación es más bien conservadora.

La cabina es realmente atractiva pues tiene un diseño contemporáneo y usa materiales de buena calidad, además de que sus acabados son muy buenos.

La atmósfera de la cabina es muy agradable pues tiene ornamentación en madera de álamo e iluminación indirecta en tablero y consola.

Los plásticos son suaves al tacto y las costuras genuinas en paneles de puerta, tablero y consola le dan un aire artesanal al interior. Sin embargo tiene toques modernos como proyección en el parabrisas del velocímetro, conectividad Bluetooth para celular y sistema de audio Harman Kardon Surround 5.1.

Más toques modernos incluyen freno de estacionamiento eléctrico, volante calefaccionado y asientos delanteros ventilados y con calefacción. Buick evidentemente tiene en la mira a Lexus pues al igual que la marca japonesa ha invertido mucho tiempo y recursos en reducir los niveles de ruido y vibración de sus productos.

Los frenos son de disco en las cuatro ruedas, y por cierto ventilados. Muchos autos tienen frenos de disco ventilados adelante y sólidos atrás. La suspensión es Mc Pherson adelante y multi-link atrás. En otras palabras, al analizar el tren motriz y suspensión de este auto, queda en claro que es totalmente actual.

No sabemos si la marca Buick vaya a capturar de manera inmediata a una clientela joven, pero lo que nos queda claro es que la transformación de esta marca ha comenzado.

A favor: Acabados y materiales de alta calidad. Elevado contenido tecnológico de seguridad, comodidad y comunicaciones. Excelente nivel de aislamiento de ruido y vibraciones. Manejo cómodo y más dinámico que sus antecesores. Menos conservador que los Buick de antaño. Interior espacioso.

En contra: Bisagras de cajuela tienen diseño voluminoso que consume mucho espacio. Consola central tiene demasiados botones; es confusa de operar. Le falta cámara de reversa y sistema de navegación. Suspensión podría ser más firme. Ornamentación es conservadora.