Roberto Ramírez
Agencia Reforma
Ford ha logrado mejorar en todos los aspectos a su sedán mediano, una labor que resultaba crucial ante la calidad de adversarios que enfrenta en su segmento, uno que además luce renovado con recientes e importantes llegadas como la del Chevrolet Malibu, Volkswagen Passat, Peugeot 508, Nissan Altima o la del Toyota Camry.
El nuevo Fusion es un automóvil más atractivo visualmente, más amplio y cómodo, más dinámico y tecnológicamente más avanzado que su antecesor, de manera que cuenta con todos los argumentos para convencer hasta a los más exigentes, y por encima de sus rivales.
De entrada está su nueva imagen, muy europea, muy a la inglesa para ser más precisos. Pudiera parecer algo pretencioso ponerle un frente parecido al de un Aston Martin a un auto de cualquier otra marca, pero de alguna manera los diseñadores de Ford lograron que fuera un acierto en el Fusion 2013.
Igualmente, al recorrer visualmente los costados hacia la parte trasera encontramos rasgos de otra firma británica de lujo que hace no mucho tiempo le perteneció a Ford, Jaguar, y en particular de su modelo XF. Otro rasgo hereditario que acaso algunos verían como un alarde, pero que le ha dado al Fusion una nueva dimensión.
Pero la fusión de estilos no termina ahí, ya que en su cabina hay claras alusiones a Volvo, marca sueca que también fue propiedad de Ford, y de la que la firma del óvalo azul tomó buenas notas de diseño interior y tecnologías de seguridad, como el sistema de monitoreo de puntos ciegos (BLIS), que el nuevo Fusion incorpora.
A la par de su nueva imagen está su manejo. En ésta ocasión probamos una versión con el motor 2.0 litros Ecoboost de 240 caballos de potencia y caja automática de 6 velocidades con cambios al volante, un tren motriz por demás competente para un chasis igualmente capaz.
Se trata de un motor de 4 cilindros, pero es capaz de ofrecer un desempeño equivalente al de motores de mayor cilindrada, como pudiera ser un 6 cilindros. Lo anterior es mediante ayudas como la inyección directa de combustible a las cámaras de combustión, y la sobrealimentación por turbocargador.
Con casi 5 metros de largo y una línea impactante como la que tiene, es difícil que el Fusion 2013 pase desapercibido. Realmente es un auto con mucha presencia con una estética que conjuga modernidad, elegancia y deportividad.
Otro acierto de este auto es el balance en su puesta a punto. Es confortable para el uso diario pero cuando se necesita de un buen desempeño dinámico no defrauda. El balanceo de la carrocería en transiciones es mínimo y la respuesta tanto de la dirección como del acelerador es inmediata.
También los frenos cuentan con un atinado tacto, con una mordida contundente para detenerlo en cuanto sea necesario. Además tiene ABS y distribución de fuerza de frenado.
La seguridad no se descuidó. Presentes están sistemas como control de estabilidad, cámara de reversa, bolsas de aire frontales, laterales y tipo cortina, así como un asistente para maniobras de estacionamiento que prácticamente hace todo el trabajo.
Actualmente ya no se puede concebir un auto de Ford sin sistemas como el SYNC y My Ford Touch, y el nuevo Fusion no iba a ser la excepción.
Es tecnología pensada para hacerle la vida más fácil al conductor que, empero, requiere de un poco de tiempo y atención para familiarizarse con ella.