Alberto Bortoni
Agencia Reforma
DETROIT, Estados Unidos .- Después de uno de los peores años en la historia de la industria automotriz, el Autoshow más importante de Estados Unidos luce bastante más animado que el año pasado.
Aunque todavía lejos de los excesos y el espectáculo que era hace un par de años, el evento lució novedades importantes para la industria y los ejecutivos de todas las marcas se mostraron entusiasmados de lo que el 2010 traerá para el ahora segundo mercado más grande del mundo.
Las armadoras presentaron modelos interesantes, algunos de producción como el nuevo Focus de Ford, algunos que parecen cercanos a producción como el NCC de Volkswagen y algunos conceptuales que prometen resurgimientos de marcas añoradas como el XTS de Cadillac.
Tecnológicamente la tendencia hacia los vehículos eléctricos e híbridos sigue en curso, incluso Volkswagen, un fuerte promotor de las motorizaciones diesel ha mostrado en su conceptual la opción de motorización híbrida en un compacto de tracción delantera.
Cadillac ha hecho lo suyo, pues además de seguir con su intensa campaña de promoción del Volt ha incorporado en el XTS una motorización híbrida. En algunos casos la industria sigue en un punto de relativa incertidumbre y se encuentra en un proceso de transformación cuya dirección todavía no ha sido bien delimitada.
Algunas marcas todavía siguen sin tener un rumbo fijo claramente definido y la tentación de incursionar en segmentos en los que no habían pertenecido sigue latente.
Un caso como estos está en el conceptual de GMC, el Granite; se trata de un modelo compacto cuyo uso resulta más recreativo-juvenil que el vehículo de trabajo premium que GMC había sido.
En un caso más preocupante está Chrysler, cuya identidad de marca se balancea en un hilo que incluso se está deshilachando. En esta edición del Autoshow el área de exhibición además de mostrar las marcas Dodge, Chrysler y Jeep mostró a Ram como una marca aparte, al Fiat 500 como marca Fiat y modelo único y a un Lancia Delta con emblemas de Chrysler.
Los directivos de Chrysler argumentan que Chrysler y Lancia tienen mucho en común, como el estilo, que forma parte fundamental de sus ADN.
Pero esto es sólo en concepto, la ejecución no es tan compartida y aunque el Lancia Delta es tan novedoso como lo fue el 300C, realmente son estilos muy diferentes.
Los orientales tuvieron algunas novedades interesantes aunque ya habían mostrado muchas de ellas durante el Autoshow de Los Angeles hacía unas cuántas semanas. Aun así Honda aprovechó para mostrar uno de sus modelos más compactos, un coche híbrido para dos personas que se llamara CR-Z.
Volkswagen también sorprendió con un modelo conceptual que parece ya vehículo de producción, el NCC, cuyas facciones seguramente veremos en forma de coupé de producción y muy seguramente en las líneas del nuevo Bora.
El evento deja una buena sensación, una sensación de que lo peor ha pasado pero que aun hay mucho por hacer; todavía no está claro el futuro para algunas marcas y lo más seguro es que habrá algunos cambios importantes durante el año.
Pero para la mayoría, nuevos y mejores productos auguran un futuro prometedor para la industria de Detroit.