WASHINGTON (AP) — Con una celeridad inusual, el Congreso envió el jueves por la noche de la semana pasada al presidente Barack Obama una inyección de 2.000 millones de dólares al programa “dinero por autos viejos”, un plan de impulso a la economía cuyo éxito ha superado las expectativas.
El plan atrajo a los compradores y aumentó al instante las ventas de la industria automotriz, empantanada desde hace tiempo en la recesión.
El Senado aprobó el dinero por una votación de 60-37, luego que algunos funcionarios del gobierno señalaron que los 1.000 millones de dólares iniciales se habían agotado en sólo 10 días.
La Cámara de Representantes aprobó la semana pasada el mismo monto para mantener vivo el programa, que concede a los consumidores subsidios federales hasta por 4.500 dólares para que intercambien sus autos viejos por vehículos más nuevos y eficientes en el consumo de combustible.
De no haber aprobado rápidamente los fondos, los legisladores corrían el riesgo de generar descontento entre los votantes, al haber dejado suspendido el programa mientras las dos cámaras del Congreso estaban en su receso de un mes.
Los simpatizantes del programa elogiaron sus efectos en la industria automotriz —que tuvo en julio su mejor desempeño mensual en casi un año_, así como sus beneficios para el medio ambiente.
“La realidad es que éste es un programa que ha funcionado. Los consumidores consideran que funciona, lo mismo que las pequeñas empresas y la gente; la gente que produce acero, aluminio, los anunciantes… Todos los que están involucrados en el impacto de la industria automotriz sobre la economía en general consideran que esto funciona”, dijo la senadora demócrata Debbie Stabenow.
En la Casa Blanca, la iniciativa tiene asegurada la firma de Obama. Las autoridades indicaron que el dinero adicional ayudaría a los consumidores a adquirir medio millón de vehículos nuevos.
La acción del Senado coronó una veloz respuesta de los legisladores, que la semana pasada fueron informados que el programa se estaba quedando rápidamente sin fondos.
En anticipo a la votación final, los simpatizantes del programa buscaron eliminar una gran cantidad de propuestas de modificaciones a éste.
“Todos sabemos que si cambiamos la iniciativa de ley, esta morirá”, indicó el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, a los periodistas unas horas antes de que comenzara el debate. “Vamos a hacer todo lo posible para impedirlo”.
Entre los cambios propuestos había uno que contemplaba excluir a los ricos de los subsidios para adquirir autos nuevos.
Tal como está el programa, el fundador de Microsoft, Bill Gates, podría recibir subsidios hasta de 4.500 dólares para comprar un auto nuevo, afirmó el senador demócrata Tom Harkin.
También hubo críticas del lado republicano.
“Lo que estamos haciendo es generar deuda… La iniciativa de pagar esos autos va a ser pagada por nuestros hijos y nietos”, lamentó el senador Judd Gregg.
El programa comenzó hace 10 días con un fondo de 1.000 millones de dólares y estaba diseñado para ayudar a los fabricantes de autos y a los consumidores, además de contribuir a mejorar el medio ambiente. El gobierno informo el miércoles que ya se habían gastado más de 775 millones de dólares de los fondos originales y se habían vendido casi 185.000 autos nuevos.
Funcionarios del gobierno calcularon que los fondos adicionales durarán al menos hasta el 7 de septiembre, cuando se celebrará el Día del Trabajo en Estados Unidos.