BUDAPEST (AP) — Felipe Massa viajaba el lunes a su natal Brasil, nueve días después de haber sufrido un choque que puso en peligro su vida durante la clasificación para el Gran Premio de Hungría.
Se espera que el piloto de Ferrari y actual subcampeón de la Fórmula Uno llegue a Sao Paulo la noche del lunes, acompañado en un avión privado por su esposa Raffaela, quien tiene seis meses de embarazo del primer hijo de la pareja, y del médico de la familia Dino Altman.
“Han pasado muchas cosas en los últimos días y quiero volver a una vida normal. Quiero volver en las mejores condiciones posibles, haciendo las cosas que haces a diario”, declaró Massa al sitio de Internet de la escudería italiana.
Massa, quien estuvo internado en el hospital militar AEK de Budapest, dijo que se siente bien, salvo una inflamación en su ojo izquierdo.
Cuando llegue a Brasil, será transportado en un helicóptero del aeropuerto de Sao Paulo a un hospital local, donde se espera que le realice más exámenes y es probable que permanezca ahí durante aproximadamente dos días antes de que se le permita ir a casa.
Massa, de 28 años, fue sometido a cirugía debido a varias fracturas de cráneo después de ser golpeado en el casco el 25 de julio por una parte suelta del Brawn GP de su compatriota Rubens Barrichello y chocó contra una barrera de protección formada por neumáticos.
Fue reemplazado en Ferrari por el siete veces campeón del mundo Michael Schumacher, quien visitó a Massa el sábado en el hospital de Budapest.
En la entrevista con la web de Ferrari, Massa aseguró “Michael no necesita que yo le dé consejos”.
“Es él quien me ha dado muchos a mí durante mi carrera cuando corríamos juntos. Sabe cómo ganar, cómo conducir y es maravilloso”, añadió. “Es la mejor opción dar el monoplaza a alguien fantásticos y estoy seguro de que todo el mundo estará contento por volverle a ver en una pista. Aunque espero volver tan pronto como sea posible”.
Sobre el accidente, Massa indicó que no recordaba nada y que por ello los médicos tuvieron que explicarme lo ocurrido.
“Cuando vi a Rob (Smedley, el ingeniero de carreras de Ferrari), me preguntó si recordaba a Rubens, pero lo último que recordé es que iba detrás de él al final de mi vuelta rápida en la Q2, y después todo en blanco”, contó.
“Me han dicho que perdí inmediatamente el conocimiento en cuanto el muelle impactó en mi casco y me estrellé contra las barreras, me desperté dos días más tarde”, añadió.