Francisco Márquez
Agencia Reforma
Honda ha renovado a su caballo de batalla Civic, que ahora ha llegado a su décima generación.
Esta renovación ha otorgado un cambio significativo, el cual se aprecia desde el aspecto estético, pasando por el incremento en dimensiones, así como un nuevo tren motriz. Lo que ha dado como resultado un producto que se posicionará para reclamar su legado.
Civic había sido por años referente en incorporaciones tecnológicas y estéticas dentro de la marca, sin embargo, en las últimas generaciones esta dinámica se había reducido.
Es por ello que ahora llega con nuevos bríos para competir contra modelos como el Mazda 3, que posee un posicionamiento atractivo.
Pero Civic llega con fuertes credenciales, muestra de ello es su configuración mecánica, ya que en México estará disponible con dos opciones de motorización, la primera de ellas es un 2.0 litros, cuatro cilindros, el cual desarrolla 158 caballos de potencia, lo que representa 18 caballos más que su generación anterior.
Esta motorización estará disponible con transmisión continuamente variable, así como con transmisión manual de seis velocidades.
El otro tren motriz pinta muy interesante, y está a cargo de un cuatro cilindros, 1.5 litros Turbo de Inyección Directa, el cual desarrolla 174 caballos de potencia. Este motor ofrece 34 caballos más que la versión de la generación anterior. La motorización turbo se encuentra acoplada a una transmisión continuamente variable (CVT).
Honda ha realizado un balance en el concepto de Civic, ya que se trata de un modelo que busca ser estandarte en opciones juveniles, lo cual se percibe en su diseño exterior.