Alberto Bortoni
Agencia Reforma
La vida de un piloto de autos no es fácil. Lograr destacar de una u otra forma no es sólo cuestión de buena publicidad, se requiere de paciencia y gran determinación además de una habilidad sobresaliente para conducir un vehículo.
Quizá para muchos entusiastas automotrices el piloto más conocido es el famoso Stig, un personaje creado por la serie Top Gear y cuya identidad es completamente oculta para el público en general. Con un traje, casco, guantes y botas blancas Ben Collins dio vida durante mucho tiempo al Stig.
Siendo un piloto en donde cada logro cuenta para avanzar en una carrera profesional, Collins no podía presumir los logros como el “piloto salvaje” del programa de mayor audiencia en el mundo.
Cuando salió a la luz que Collins era el piloto de Top Gear se desató una controversia sobre la publicación de su autobiografía. En ella detallaba muchos de los secretos y actividades del programa.
Después de algunos conflictos legales “The Man in the White Suit” salió a la venta.
Más que desvirtuar a Top Gear Collins narra la duplicidad de su vida, intentando sobresalir y convertirse en la estrella de las pistas mientras secretamente era una estrella en televisión.
Para quienes busquen un libro con la narrativa e ingenio de los presentadores de Top Gear, el de Ben Collins quedará un poco corto. Sin embargo da una buena sensibilidad de lo que sucede detrás de cámaras, y de cómo el entusiasmo y la diversión que en ocasiones los ha puesto en situaciones de riesgo y en accidentes de cuidado (como el de Hammond a más de 300 km/hr), la organización trabaja con altos estándares de profesionalismo para llevar a la tele el espectáculo que sigue siendo Top Gear.