Elena Torres

Agencia Reforma

MONTERREY, Nuevo León , .- Tu automóvil te ha dado un buen servicio este año y por eso es hora de contemplar un buen mantenimiento estético para que luzca impecable.

Una limpieza profunda a tu nave debe incluir tres puntos importantes: descontaminado de pintura, lavado de motor y lavado y sanitización de interiores.

“Hoy por hoy, es indispensable proteger la pintura de nuestros autos, aunque se trate de uno de último modelo”, explica Heriberto Sanmiguel, propietario de Mr.

Polímero.

“La lluvia ácida, la resina de los árboles, el chapopote del camino, el excremento de las aves y otros agentes del medio ambiente, atacan directamente a la capa transparente de nuestro auto: la debilita, la deteriora y por consecuencia nuestro vehículo baja de valor y acortan la vida útil”.

Aunque no lo creas, el ser humano pasa la mayor parte de su tiempo a bordo de su automóvil, sin imaginarse que viaja en compañía de bacterias que hasta podrían complicar un caso de alergias.

“Una buena limpieza interior debe incluir lavado de asientos y alfombras, así como el volante, tablero, rejillas del aire acondicionado y los plásticos interiores”, dice.

“Nuestro producto Wizard’s contiene un agente mata gérmenes y bacterias, además de que neutraliza olores”.

¿Y qué podrías hacer por la parte exterior de tu auto? Esa que todo mundo ve y que habla mucho de tu personalidad.

“La limpieza exterior abarca el lavado de carrocería, conchas, de las llantas, rines, vidrios y plásticos exteriores”, explica, “un ‘plus’ para este servicio es utilizar un producto que incluya filtro con brillo que realce la pintura”.

Y si además agregas polímero, que es una sustancia que contiene micropartículas antiadherentes que dan como resultado una limpieza rápida, eficiente y sencilla, qué mejor.

Para rematar el renacimiento de tu auto termina el proceso con un lavado profesional de motor.

Ahora sí. Tu auto quedó realmente hermoso. Ahora cuídalo y crea el hábito de mantenerlo lo más limpio posible como agradecimiento por el servicio que te da día con día.