Alberto Bortoni
Agencia Reforma
Volkswagen se ha encargado de popularizar a su Tiguan como el GTI de los crossovers. Pero aunque esta definición puede ser acertada para la versión 2 litros, también lo es cierto para el precio. Ahora Volkswagen ha traído una nueva versión de la Tiguan, una con un motor un poco más pequeño y con un precio más asequible.
En el exterior la Tiguan recibió una actualizada recientemente y sigue viéndose moderna, incluso comparándola con los últimos crossover en el mercado. Volkswagen ha seguido con los mismos detalles de diseño en toda su gama y evidentemente la Tiguan no fue la excepción.
La motorización de 1.4 litros ya ha sido utilizada en la versión normal del Golf, pero ahora se ha tomado esa misma motorización y puesto en la pequeña Tiguan.
Aunque se trata de un motor de muy baja cilindrada, es también un motor con una cifra muy adecuada de potencia. Son 160 caballos de fuerza y 177 lb-pie de torque; nada para intimidar a los demás crossover del mercado, pero lo suficiente para quien no requiere de un GTI.
La transmisión es una DSG de seis velocidades, que aunque mecánicamente tiene un funcionamiento impecable, en su calibración sí deja mucho qué desear; sobre todo en la modalidad automática convencional.
En arranques normales los ingenieros de Volkswagen han dado una marcada preferencia a la economía y esto se traduce en falta de potencia en algunas circunstancias de conducción.
El problema se resuelve rápido con un pisotón firme al acelerador, pero sí se requiere un recorrido amplio del pie derecho para salir del problema. Pero una vez que la transmisión entiende la urgencia del tema, la respuesta es rápida y con los cambios rápidos y precisos del sistema de doble embrague.
Fuera del tren motriz, la Tiguan mantiene todas las características que nos han gustado de las versiones más potentes. El chasis se siente sólido y la respuesta a la dirección es rápida y precisa.
Su tamaño le ayuda para la sensación y con la calibración de su suspensión se siente ágil, aunque quizá un poco más nerviosa que algunos de sus competidores más grandes. Incluso en esta versión de motorización pequeña la Tiguan puede ser una alternativa atractiva para quien gusta de un manejo dinámico.
Quizá no sea el crossover más rápido del mercado, pero el manejo, la mejora en el rendimiento de combustible y un precio más accesible compensan esta limitación.