Elena Torres

Agencia Reforma

La palabra sensor, quizá te suene a alta tecnología, como si esa pieza de tu automóvil es de reciente descubrimiento.

Su función es la de controlar el óptimo funcionamiento de tu carro y hace trabajo en equipo con la computadora que es la que finalmente hace la labor real del funcionamiento del automóvil.

“Por ejemplo, el sensor de los frenos detectan la velocidad de la rueda”, explica Rodolfo Loera, del Taller Mecánico Loera, ubicado en el Centro de Monterrey.

Los coches tienen en todas partes hasta 70 sensores que son indispensables para la gestión electrónica del coche y son utilizados por las unidades de control.

De todos esos elementos, hay cinco denominados “de batalla”, es decir, los que comúnmente exigen un reemplazo con mayor frecuencia.

Esta parte, no se somete a ningún tipo de mantenimiento preventivo, pues cuando termina su periodo de vida, que es en promedio de 20 mil kilómetros, o cuando éste comienza a presentar fallas, entonces llega la hora de reemplazarlo.

Cuando comienzan a fallar los sensores MAF, el de oxígeno y el de la temperatura del refrigerante, el carro comienza a tironear durante su funcionamiento; en cambio, cuando se trata del cigüeñal, el auto deja de funcionar completamente.

La falla en el sensor del cigüeñal, podrías confundirla con un problema en el encendido.

Sensores. Grábate esa palabra.