Combate Ford a gérmenes

David Loji

Agencia Reforma

Los malos olores en la cabina de autos y camionetas al igual que la decoloración prematura de sus componentes son problemas comunes que llevan a que en Estados Unidos se vendan cada año desodorantes con un valor combinado que llega a los 2 mil 300 millones de dólares.

Estas molestias se deben en gran parte a microbios y bacterias que crecen en los interiores de los vehículos automotores, que por estar expuestos a luz solar intensa, humedad y uso humano se desarrollan y reproducen en los autos.

Estos microorganismos aunque no son visibles habitan en abundancia en nuestros autos y camionetas y además de malos olores pueden causar enfermedades a sus usuarios. Ford Motor Company realizó un estudio de manera conjunta con la Universidad de Michigan, el cual fue dirigido por el Dr. Blaise Boles, Ecologista Microbiológico para evaluar la concentración y crecimiento de microbios en vehículos.

El equipo tomó muestras de 10 ubicaciones del interior de vehículos incluyendo el volante, botones del radio, manijas de las puertas, portavasos, interruptores de ventanas y palancas de cambios.

Los investigadores encontraron un crecimiento significante de bacterias en la mayoría de las ubicaciones de la prueba.

Sin embargo, el volante y los portavasos son los lugares con la más alta concentración de microbios y bacterias. Esto se debe a que las manos del conductor la mayor parte del tiempo están en contacto con el volante y en los portavasos muchas veces hay residuos de bebidas derramadas.

Además de los desodorantes y fragancias automotrices en Estados Unidos cada año los usuarios de vehículos automotores compran productos para desinfectar, cuyas ventas conjuntas ascienden a más de mil millones de dólares.

Habiendo identificado los puntos del interior con la mayor concentración de bacterias y microbios el equipo trabajó de manera conjunta con el proveedor de recubrimientos para interiores Red Spot Paint y el proveedor de aditivos Sciessent LLC.

El objetivo fue desarrollar y probar formulaciones de recubrimientos que pudieran resistir y hasta revertir el crecimiento microbial. El equipo se enfocó en tres aditivos anti microbios aprobados por la Agencia de Protección Ambiental que son plata-ion, sal de amoniaco y cera poli-olefina con un recubrimiento de nano-plata. Se pintaron paneles recubiertos con las cuatro distintas formulaciones, que luego fueron evaluadas para ver el índice de crecimiento de microorganismos.

Los mejores resultados los obtuvo la pintura a la que se le añadió el aditivo de plata-ion, cuyo nombre comercial es Agion y que mata de hambre y sofoca a los microbios, evitando que crezcan y se reproduzcan.

Este aditivo según las pruebas resiste muy bien el paso del tiempo sin perder efectividad y no decolora las partes del interior. Sin embargo, Ford aún evalúa el potencial de este compuesto para ser aplicado a futuro en sus vehículos.

Así que mientras esto sucede, para mayor higiene limpie y desinfecte de manera regular el volante, portavasos y demás puntos del interior de su auto que toque.