MELBOURNE, Australia (AP) — Jenson Button podrá ser el campeón vigente de la Fórmula Uno, pero cuando comenzó la temporada nadie lo apuntó en la lista de candidatos al título.

Contra todo pronóstico, el piloto británico de McLaren se llevó el domingo la victoria en un accidentado Gran Premio de Australia.

Button sorteó una serie de colisiones en la primera curva y después arriesgó con su estrategia de neumáticos para alzarse con el triunfo, el octavo de su trayectoria en la F1 y su segundo en fila en el circuito urbano de Melbourne.

El desarrollo de la carrera fue a contracara de lo que se vivió en el inicio del campeonato hace dos semanas en Bahrein, donde la crítica generalizada fue que la competencia se asemejó a una procesión por culpa del nuevo reglamento.

Pero la del domingo fue una de las carreras más emocionantes de los últimos tiempos.

Button fue el primer piloto que hizo el cambio de neumáticos intermedios a lisos, luego que la pista empezó a secarse tras una lluvia que cayó poco antes del comienzo de la carrera. Pasó al frente en la vuelta 26, cuando el alemán Sebastian Vettel –ganador de la pole position– se salió de la pista por un fallo mecánico de su Red Bull.

El polaco Robert Kubica (Renault) tuvo una carrera excelente para imponerse ante otros rivales más rápidos y sorprender a todos al ganar el segundo lugar, a 12 segundos de Button.

Ferrari acaparó los dos siguientes puestos con el brasileño Felipe Massa y el español Fernando Alonso.

El cuarto lugar de Alonso –el triunfador de Bahrein– fue meritorio, ya que debió remontar 14 posiciones tras verse involucrado en la colisión en la primera vuelta con Button y Michael Schumacher.

Alonso perdió el control y su Ferrari hizo un trompo hasta hacer contacto con el McLaren de Button y luego con el Mercedes de Schumacher.

Michael Schumacher ganó el último punto de la competencia al alcanzar el 10mo puesto para Mercedes.