Alcanza Dodge los 100 años

Alberto Bortoni

Agencia Reforma

Hace 100 años, nació una nueva marca de automóviles, una que continúa en nuestra época: Dodge. Los hermanos Dodge, Horace Elgin y John Francis, tenían ya algunos años de experiencia en el mundo automotriz. en 1901, después de salirse de un negocio de bicicletas en Canadá, fundaron, en Detroit una empresa dedicada a la fabricación de motores, transmisiones y ejes para la entonces nueva industria automotriz.

Los primeros clientes fueron Oldsmobile y Northern, pero el principal pronto se convirtió Ford Motor Company.

Ford hizo crecer a los hermanos Dodge, pero una década después la compañía dejó de proveer a la manufactura de Henry Ford y decidieron introducir su propia marca de vehículos. Para 1915 Dodge era ya la tercer compañía automotriz en Estados Unidos.

Horace Elgin y John Francis continuaron con la compañía, pero en 1920, ambos hermanos murieron de influenza. Para entonces Dodge era ya una gran operación, que siguió expandiéndose aunque con algunos desaciertos que le costaron participación de mercado.

Cinco años después de la muerte de los hermanos Dodge, sus viudas deciden vender la compañía a un grupo de inversionistas de Nueva York por 146 millones de dólares.

En 1928, Chrysler Corporation adquiere a la compañía de estos inversionistas por 170 millones.

De ahí la historia de Dodge ha permanecido atada a la historia de Chrysler. Dodge había mantenido una imagen de vehículos alcanzables y confiables, mientras que Chrysler se posicionaba como una opción de lujo. Esta doble imagen fue evolucionando y durante los sesentas los modelos de Dodge lucían como los autos de potencia, incluyendo los famosos Coronet Super Bee y el famoso Charger. Los Dodge, con sus potentes motores V8 Hemi eran exitosos tanto en las competencias en pistas como Nascar como en las calles.

Durante los ochentas, con la aparición de la plataforma K del Chrsyler como grupo, los modelos de tracción delantera y motores de cuatro cilindros representaron la mayor parte de la venta de Dodge, incluyendo al Dynasty, que fue uno de los de mejor venta durante estos años.

En esta época se fue desplazando al Diplomat y los grandes motor V8 de los autos de pasajeros, siendo 1989 el último año del enorme sedán. Durante esta década surgió también el segmento de las minivans y Dodge participaba de este éxito de Chrysler con sus Caravan.

Con los modelos compartidos Dodge y Chrysler habían perdido un tanto su identidad y hacia finales de los ochentas y principios de los noventas Dodge regresaba un poco a sus orientación deportiva.

Esta iniciativa se reforzó con la introducción del Viper, como conceptual en 1989 y posteriormente como modelo de producción, además del Stealth y las versiones deportivas de Shadow y Spirit R/T, que llegó a tener hasta 224 caballos de fuerza.

Para el siglo XXI, Dodge tiene ya una identidad claramente deportiva. Aprovechando su gran historia con sus muscle cars de los sesentas, los modelos como el Charger y el Challenger retoman la esencia deportiva para la marca. Estas características deportivas se intentan transmitir en modelos como la Durango, Journey y Dart, aunque evidentemente en otros segmentos.