SAN SALVADOR, El Salvador (AP) — El arzobispo de San Salvador pidió el domingo al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que detenga las deportaciones de salvadoreños y otros centroamericanos y que haga lo necesario para que se apruebe la reforma integral migratoria.
“Ellos no son criminales para deportarlos, son personas buenas, son personas humildes, sencillas, que buscan mejorar sus vidas sin hacer mal a nadie, al contrario brindando su trabajo honesto”, dijo el arzobispo José Luis Escobar Alas en conferencia de prensa.
El jerarca de la Iglesia católica de El Salvador opinó que ni siquiera debería usarse el término deportación “porque se deporta legalmente al criminal. Ellos no son criminales, son personas buenas, honestas, que tienen todos sus derechos y no pueden ser tratadas así”.
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés) realizó redadas 2 y 3 de enero, capturando a cientos de centroamericanos, entre ellos 22 salvadoreños que según las autoridades estadounidenses tenían orden definitiva de deportación. Con el apoyo del gobierno de El Salvador, los salvadoreños hicieron una petición para permanecer en Estados Unidos de forma temporal para que un juez de apelaciones revise sus casos.
Según cifras extraoficiales, más de 300 salvadoreños dejan el país todos los días en una inmigración irregular hacia Estados Unidos, pero la mayoría de ellos son deportados al ser detenidos en su trayecto en México o cuando intentan ingresar a territorio estadounidense.
Unos 2,5 millones de salvadoreños viven Estados Unidos, según cifras oficiales. En la actualidad hay unos 208.000 amparados por el Tratado de Protección Temporal (TPS por sus siglas en inglés), el cual les permite residir y trabajar allí.