Sophia Vackimes, Coordinadora de Servicios de Emergencia en Español, Ciudad de Renton
Los eventos climáticos, los terremotos, el color del cielo y la lejanía de las estrellas, el verde de las hojas de un árbol, todas las maravillas que nos rodean nos apasionan. Como humanos nos hacemos preguntas, y conocemos las respuestas a algunas. ¿Pero, cómo sabemos lo que sabemos? ¿Cómo sabemos que es verdad lo que leemos o escuchamos en el radio o la televisión? Mucho de nuestro conocimiento viene de lo que vamos aprendiendo a lo largo de nuestras vidas; a lo que le pusimos atención en la primaria, lo que nos dijeron nuestros familiares, a lo que vemos en la televisión, lo que leemos. Sin embargo, con tanto ajetreo en la vida diaria no nos damos oportunidad de profundizar en muchos de estos conocimientos y nos quedamos con las ganas de saber más de todo. ¿Quién no quisiera tener todo el día, o mejor dicho toda la noche para pasarla mirando estrellas, renacuajos o arañas, o estudiando el paso del agua en un río?
Aquí en el Estado de Washington tenemos personas que dedican a cuestionar las múltiples manifestaciones de la naturaleza. Sin embargo, aunque pensemos que pasan el tiempo divertidos y haciendo lo que más les gusta, la labor de los científicos no es ni trabajo sencillo, ni tan deleitante como pudiéramos pensar inicialmente.
Los geólogos, por ejemplo, trabajan arduamente tratando de descifrar la composición, la reacción, y la interacción de los diferentes materiales y estructuras que componen a nuestro planeta Tierra. La mayoría de ellos dividen su trabajo observando la actividad natural en nuestro entorno (por ejemplo, donde se hallan las fallas del terreno, la actividad volcánica más peligrosa, averiguando cómo es que la actividad humana afecta al planeta, etc. También se hallan construyendo modelos y proyecciones a futuro que nos dan perspectivas más amplias sobre donde están construidas ciudades grandes como lo son Seattle y Tacoma. Como ejemplo significativo de su trabajo se halla la visualización de un posible terremoto sobre la Alaskan Way Viaduct, la avenida con puentes que está sobre el litoral de la Ciudad de Seattle. Esta simulación muestra el impacto de un terremoto de fuerza 7.0 en la escala de Mercalli sobre esta área (https://www.youtube.com/watch?v=hos_uIKwC-c). El video ilustra cómo la avenida, puentes y edificios sobre este tramo serían afectados por un evento de gran magnitud. No sólo se abrirían las calles cuarteándose y se crearían cavernas bajo la superficie, sino también partes de los puentes se vencerían, su estructura colapsaría, las tuberías bajo la carretera y edificios se romperían, y las construcciones aledañas se verían seriamente dañados; además es claro que muchas personas morirían. Gracias a estas proyecciones, modelos, y visualizaciones se ha logrado que el gobierno de la ciudad tome acción. Se ha de remover este tramo de carretera y reforzar los edificios de esta zona. Esto no significa que el resto de la ciudad estará a salvo durante un siniestro. Por lo menos, este riesgo altamente previsible se va a eliminar puesto que este evento catastrófico fue cuidadosamente calculado y estudiado por científicos quienes utilizaron la mejor información posible para darnos idea de porque es importante poner atención a la opinión de geólogos, ingenieros, arquitectos y claro a especialistas en manejo de información de emergencia.