Agencias estatales anuncian un cambio de política y prácticas recomendadas para los bebés y los padres afectados por el consumo de sustancias durante el embarazo

El cambio supone el modelo de atención “Comer, dormir, consolar” para los bebés expuestos a sustancias

OLYMPIA. El Departamento de Niños, Jóvenes y Familias (DCYF, por su sigla en inglés) en colaboración con el Departamento de Salud (DOH, por su sigla en inglés), la Autoridad Sanitaria y la Asociación de Hospitales del Estado de Washington han actualizado los requisitos estatales y las prácticas recomendadas que buscan mejorar la salud de los bebés y los padres afectados por el consumo de sustancias durante el embarazo.

Si no hay problemas de seguridad, ahora la política estatal permite que los bebés expuestos a sustancias reciban servicios integrales voluntarios sin que se informe a los Servicios de Protección Infantil. Todos los hospitales deben actualizar sus políticas para estar alineados con la política estatal (en inglés) y capacitar al personal antes del 1.o de enero de 2025 a fines de cumplir con los requisitos federales.

“Aunque los hospitales siguen teniendo la obligación de notificar los casos en los que existe un problema de seguridad para los niños, no todas las familias cuyo hijo o hija ha estado expuesto a sustancias antes de nacer requieren una intervención de los servicios sociales. Queremos continuar poniendo a estas familias en contacto con servicios y recursos comunitarios que sean de ayuda para sus necesidades, reduzcan los riesgos y mejoren los factores de protección”, declaró Ross Hunter, secretario del DCYF.

Los requisitos actualizados también incluyen prácticas recomendadas para la atención clínica de madres y padres biológicos que necesitan atención para la abstinencia y estabilización durante el parto, así como para los bebés a los que se está controlando o tratando por abstinencia.

Durante años, la escala de puntuación de abstinencia neonatal de Finnegan fue el modelo principal de atención para tratar a los bebés que han estado expuestos a sustancias. Sin embargo, cada vez más investigaciones demuestran que los bebés tratados con el modelo de atención “Comer, dormir, consolar” (ESC, por su sigla en inglés) permanecen menos tiempo en el hospital y tienen menos probabilidades de tomar medicación para tratar los síntomas neonatales de abstinencia de opioides. El modelo “Comer, dormir, consolar” prioriza la participación de los padres y la atención sin fármacos, por ejemplo, abrazarlos, arroparlos, instalarlos en la misma habitación que sus padres mientras estén en el hospital, y darles el pecho en una habitación tranquila y oscura. Mediante el cambio comunicado, se reconoce formalmente al modelo “Comer, dormir, consolar” como la nueva práctica recomendada para los hospitales de maternidad, y se señala que los medicamentos y los ingresos en la NICU (por su sigla en inglés, unidad de cuidados intensivos neonatales) ya no deben ser la primera opción de tratamiento para los bebés con síntomas de abstinencia.

“La epidemia de los opioides y la sobredosis afecta la vida de cada vez más familias en nuestro estado”, expresó Tao Sheng Kwan-Gett, doctor en Medicina, magíster en Salud Pública y director científico del DOH. “Estos cambios ayudarán a todos los bebés nacidos en Washington a empezar su vida de la forma más saludable posible”.

El sitio web del Departamento de Salud es su fuente para una dosis saludable de información. Encuéntrenos en Facebook y síganos en Twitter (solo en inglés). Suscríbase también al blog del Departamento de Salud Bienestarwa.