A medida que se desarrollaba la pandemia y los proveedores de salud esenciales lidiaban con restricciones y el acceso limitado a los equipos de protección personal, las clínicas estatales de salud sexual y reproductiva trabajaban las 24 horas del día para garantizar que los servicios estuvieran disponibles y accesibles.

“La pandemia nos golpeó fuerte. Pero nuestro personal está trabajando incansablemente para mantener las puertas abiertas y proporcionar servicios de salud, manteniendo los estándares de seguridad”, dijo Apple Martine, de la División de Salud Comunitaria, y directora de Salud Pública del Condado de Jefferson (JCPH por sus siglas en inglés). Su división proporciona servicios de salud en clínicas a los residentes del condado. Han visto caer el número de pacientes debido a los recientes temores por el virus.

“La gente tiene miedo de entrar a la clínica. Ha sido especialmente difícil para los grupos de personas vulnerables, como los adolescentes y trabajadores migrantes indocumentados. Muchos de estos clientes dejaron de solicitar servicios”, dijo Tracy Mikesell, especialista en programas con el Programa de Salud Sexual y Reproductiva del Departamento de Salud del Estado de Washington (DOH).

Con las escuelas del condado de Jefferson teniendo clases a distancia este año, Apple y su personal se preocupan por los adolescentes que ya no tienen acceso a servicios confidenciales de Salud Sexual y Reproductiva (SRH) en sus escuelas. “Hemos trabajado con nuestra comunidad para asegurarnos de que nuestra tasa de embarazo adolescente sea baja. Estamos orgullosos de eso y queremos que siga así”, dijo Apple. “Con las clínicas escolares cerradas, realmente tuvimos que resolver cómo hacer para que la atención de salud esté disponible de una nueva manera para los jóvenes de nuestro condado”.

“Las personas todavía necesitan tener acceso a servicios de salud sexual y reproductiva”, dijo la Dra. Rizza Cea, consultora clínica del Programa de Salud Sexual y Reproductiva del Departamento de Salud. “En muchos casos, el tiempo apremia. Los pacientes no pueden esperar hasta que la pandemia haya terminado; necesitan estos servicios ahora”.

Los estudios muestran que los servicios de salud sexual y reproductiva (SRH) reducen los embarazos no deseados, las muertes maternas y neonatales, y atienden otras necesidades de salud sexual y reproductiva no satisfechas, particularmente entre las poblaciones vulnerables. El año pasado, más de 97.500 personas fueron atendidas por clínicas de SRH en todo el estado. Los servicios de salud esenciales incluyen la salud antes y después de la concepción, exámenes de detección del cáncer, infecciones venéreas, pruebas y tratamiento del VIH, vacunas contra el virus papiloma, anticonceptivos y otras.

El Programa de Salud Sexual y Reproductiva del Departamento de Salud, colabora con 16 organizaciones asociadas con el estado que dirigen 87 clínicas de planificación familiar. Las organizaciones incluyen Planned Parenthood, centros de salud aprobados a nivel federal, jurisdicciones de salud locales y una clínica de planificación familiar independiente.

Con menos pacientes que solicitan servicios de salud sexual y reproductiva, las clínicas tuvieron que actuar con rapidez.

“Tuvimos que pensar rápidamente sobre la mejor manera de implementar los servicios, mantener nuestra alta calidad de atención y permanecer abiertos de manera segura”, dijo Apple. Las clínicas del Programa de Salud Sexual y Reproductiva siguen las pautas de inicio seguro durante la pandemia del gobernador Inslee para proteger al personal y a los pacientes.

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“Esto es realmente impresionante: un número creciente de nuestras organizaciones asociadas han establecido servicios en la acera mientras permanece en el vehículo para necesidades que son rápidas y simples, como resurtidos e inyecciones de anticonceptivos. Otros utilizan un enfoque hibrido o combinado para problemas que requieren una visita en persona”, dijo Rizza.

Un enfoque híbrido o combinado significa que los pacientes primero tienen una consulta con un proveedor de atención médica mediante telesalud (teléfono o computadora) y luego van a la clínica para las pruebas y tratamiento según sea necesario. Este enfoque acorta su visita en persona y reduce el riesgo de exposición al COVID-19. La Salud Pública del Condado de Jefferson utiliza tanto el modelo híbrido como los servicios en la acera.

“El COVID-19 alteró todo lo que hacemos, incluso el aspecto de nuestra clínica ha cambiado”, dijo Apple. La Salud Pública del Condado de Jefferson creó una entrada separada en la parte trasera de su clínica para acomodar visitas seguras y confidenciales en la acera. “Hay un lado positivo: nuestros pacientes nos dicen que aprecian nuestra eficiencia en estos tiempos tan estresantes”. El personal espera que algunos de los cambios sean permanentes.

“Nuestras entidades asociadas son héroes”, dijo Tracy. “Están enfrentando el desafío y creando formas alternativas de satisfacer las necesidades de sus pacientes, al tiempo que los capacitan para que tomen sus propias decisiones sobre su salud”.

“Estamos todos juntos en esto y estamos aprendiendo cómo hacerlo mejor, en conjunto”, dijo Apple. “Nuestra realidad es que estaremos en esto a largo plazo”.

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