Por Staff
Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO – Ahora de largas piernas y espigada figura, pero en su adolescencia, Eiza González sufrió por comer compulsivamente.
La actriz ofreció una entrevista a la revista Nexos, de American Airlines, en Los Ángeles, donde radica.
Relató que al morir su padre de un accidente, cuando ella tenía 12 años, se vio envuelta en una profunda depresión.
“De un día al otro cambió mi vida, cambió completamente. Dentro de la peor situación, siempre hay que sacar lo más positivo. Esa es la manera de sobrevivir en esta vida”, dijo a la publicación.
Eiza, de 30 años, señaló que su madre Glenda Reyna sacó adelante a ella y a su hermano.
“Mi mamá siempre fue una mujer extremadamente trabajadora y eso es algo que yo toda mi vida mantendré”.
Después de la tragedia, dijo que el sufrimiento dio un giro y la impulsó a enfocar su energía en otras cosas, como el estudiar actuación.
También habló de la compañía productora que acaba de fundar, llamada Oh, Darling.
“Quiero crear oportunidades, no sólo para mí sino también para otras actrices latinas, y desarrollar proyectos que reflejen lo que es ser una mujer latina sin estereotipos. Como me dijo Robert (Rodríguez), tenemos que hacer nuestros propios proyectos para glorificar la forma en que queremos ser glorificados”.