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Agencia Reforma
DENVER, EU.-Hace tiempo que Andrés Guardado dejó de ser un “Principito”.
Es el hombre que gobierna en la media cancha del Tricolor. El experimentado que no rechaza las convocatorias y quien anoche marcó un doblete en el 3-1 sobre Canadá, en la segunda jornada de la Copa Oro.
A sus 32 años ya es el segundo jugador con más partidos en Selección Mexicana, 154, a 23 de Claudio Suárez. Dedicó el tanto a su próxima hija, la segunda en su matrimonio con Sandra de la Vega. Lo curioso es que no fue titular, pero entró al 37’ en sustitución del lesionado Érick Gutiérrez.
Fue quizá el partido más opaco del Tricolor en cuanto a funcionamiento en la era de Gerardo Martino, pero aun así ya tiene 6 triunfos consecutivos y el domingo tendría que cerrar la obra en Fase de Grupos al medirse a Martinica.
México enfrentó a un rival rocoso, que paró una línea de 5 y que cerró los espacios, que propuso un juego físico. El primer tanto cayó gracias a la elasticidad de Raúl Jiménez en un remate complicado y a que la pelota le quedó servida a Roberto Alvarado, al 39’.
Antes de ese momento, lo más atractivo del primer tiempo había sido el intercambio de insultos entre el “Tata” y su homólogo John Herdman. El timonel del Tri le dedicó una floritura muy característica de los argentinos.
Los dos siguientes goles surgieron tras errores en la salida, uno por bando. Primero fue Doneil Henry quien perdió la pelota, la cual fue mandada a guardar cerca del poste derecho, por Guardado. Después fue Néstor Araujo el que se confió y permitió que Jonathan David se enfilara hacia el marco mexicano, antes de ceder al implacable Lucas Cavallini, al 75’.
El gusto le duró dos minutos a los canadienses gracias a otro tanto de Guardado. Raúl Jiménez no anotó, pero participó en los tres goles, respondiendo así a la confianza del “Tata” que lo calificó como el mejor delantero de todo México.