Sophia Vackimes, Coordinadora de Servicios de Emergencia en Español, Ciudad de Renton
Ha llegado el momento esperado de la Copa Mundial de Futbol. Cada cuatro años sucede este magnífico evento, que queramos o no, nos guste o no, apasiona al mundo latinoamericano y a muchos más alrededor del mundo. Los momentos más finos y divertidos del verano del 2018 serán sin duda aquellos dónde nuestro equipo nacional o algún otro con el que tengamos alguna simpatía aniquile simbólicamente al enemigo con una pelota atrapada entre las finas redes de la meta. Para los mexicanos no solo ha comenzado el magno evento con el triunfo de México contra Alemania sino que también se ha creado conmoción con el hecho de que se registró un terremoto simultáneo causado por la afición.
Cuando me comunicaron esta noticia quedé completamente incrédula. No pensé que fuera posible que millones de mexicanos brincando ante el triunfo futbolístico pudiera causar un terremoto. Y esto lo digo aun sabiendo que la Ciudad de México está sobre lo que es el antiguo y hoy casi desaparecido Lago de Texcoco, con su lodo y todo.
El entusiasmo ante los goles históricos de grandes futbolistas como Hirving Lozano es ciertamente algo fascinante. Recuerdo alguna vez, viviendo hacia el sur de esa mega ciudad por allá de lo que era el pueblo de Tlalpan, escuchar a unos cinco kilómetros de distancia el estrépito que hacía el público al gritar los domingos dentro del Estadio Azteca. Era un sonido verdaderamente formidable. Pero de eso a causar un terremoto por dar brincos, pues, hay muchísima imaginación de por medio. ¿Es posible?
Me fui a buscar al internet y encontré varias versiones sobre el evento. Hallé una buena cantidad de artículos con esa noticia. Algunos sitios y comentaristas insisten que sí, que la afición causó un terremoto de cuatro y más grados. Otros, siendo fuentes más serias de información dan una explicación un tanto más concreta y creíble. Hallé discusiones sobre si esto de generar terremotos por la emoción de ganar un partido de soccer es posible o no. Muchos sitios repiten lo mismo que otros y no dan información real; luego revisé páginas científicas y hallé algunos reportes serios e interesantes. Revisé páginas oficiales de organismos con acreditación nacional e internacional y hallé que contenían información fascinante. ¡Corroboraban la información que me habían pasado mis amistades!
Es cierto que los aficionados chilangos pudieron haber causado un registro sísmico cuando México goleó a Alemania. A las 11:34 de la mañana del domingo 17 de Junio hora local de la CDMX se registró un terremoto en dos componentes del equipo del Instituto de Investigaciones Geológicas y Atmosféricas. Uno se halla en la Delegación Venustiano Carranza y otro en Coyoacán. Estos registraron un pequeño evento con fuerza menor a dos puntos en la escala de Richter (no cuatro), y serían por ello casi imperceptibles a la población pero no al equipo sísmico. El evento tal como aparece registrado en el equipo de monitoreo es diferente al generado por causas naturales; el movimiento de las ondas terrestres es diferente. Hallé también que mientras que hay refutaciones acerca del origen del sismo, la IIGEA, ha descrito el suceso como un terremoto artificial, y fundamenta la posibilidad de que en efecto hayan sido los ciudadanos quienes lo causaron por brincar emocionados cuando el TRI goleara al poderoso equipo alemán.
Esta no es la primera vez que la actividad humana genera un movimiento terrestre. Aquí en Seattle sucedió un evento similar cuando los Seahawks le ganaron a los New Orleans Saints en 2013, causando un tremor de magnitud similar por la actividad de los fans del equipo (Los artículos completo se hallan en http://iigea.com/sismo-artificial-por-celebracion-de-gol-en-mexico/ y en https://weather.com/news/news/seahawks-fans-cause-another-earthquake-20140113).
