Ciudad de México (Agencia Reforma).- Hiroshi Nohara vivió esta semana su último día como “huésped distinguido” en el aeropuerto capitalino.
Al volar rumbo a San Francisco, California, el japonés de 40 años puso punto final a un viaje que en principio sería sólo una escala para llegar a Brasil, pero que finalmente lo mantuvo durante 133 días en el País, 118 de ellos durmiendo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
A las 05:00 horas del lunes se despidió de Martha Delgado, una empleada de intendencia; de Armando, un amigo suyo de la aerolínea KLM; de Rosa, dependienta de un establecimiento de tortas, y de dos policías federales.
Hiroshi dejó la mesa del comedor del área de llegadas internacionales en que solía comer y dormir.
“Dijo que ya no regresaba y pues sí nos dio tristeza porque siempre estaba aquí, ya nos habíamos acostumbrado a él, pero mejor que regrese con su familia”, dijo Martha.
El japonés llegó a México el 2 de septiembre del año pasado, sólo en escala para tomar un vuelo que después lo llevaría a Brasil, pero no pudo tomar dicha conexión porque perdió su pasaporte.
Desde entonces, hizo del AICM su hogar. Sólo salió en una ocasión, relató, para conocer el Estadio Azteca. Pero ese mismo día regresó a la terminal.
Convirtió una mesa del comedor del área de llegadas internacionales en su comedor, su cama y su espacio para posar para la foto con quien así se lo pidiera.
Con un montón de regalos recibidos de turistas mexicanos y extranjeros, Hiroshi abordó el vuelo 820 de United con destino a San Francisco, California, donde aparentemente partirá en viaje directo a su verdadero hogar.