Agencia Reforma
MÉXICO, DF, 4-Mar .- Cruz Azul ya convirtió al Olímpico Universitario en su casa. Los jóvenes Pumas que entraron con la intención de acabar con la hegemonía que los Celestes han ejercido desde 2005 en CU, terminaron con las manos vacías y una derrota más que los deja fuera de la Liga de Campeones de la Concacaf. Un gol fue suficiente para que La Máquina ganara y elevara el global a 2-0, cortando de tajo las aspiraciones universitarias y llenando nuevamente de frustración a los seguidores felinos. Simplemente Pumas no puede con Cruz Azul, ya son siete las derrotas consecutivas que le propina en casa y no se ve cómo puedan revertir esa tendencia. Los pupilos de Benjamín Galindo no hicieron demasiado para acceder a la siguiente Fase, en la que se enfrentarán al Puerto Rico Islanders, ya que se dedicaron a defender el golecito que traían de ventaja. La eliminación significó una mancha más en lo que a torneos internacionales se refiere desde que Tuca está al frente del equipo, pues sin titulares fue echado del InterLiga 2008 y anoche de la ‘Concachampions’ 2009. ¡Fuera Tuca, Fuera! El cántico apareció en Ciudad Universitaria. Faltaba un suspiro para el final del encuentro y la esperanza de los seguidores felinos se desdibujó con el canto cementero, el que firmó la eliminación del cuadro auriazul. Ya desde el 80’ la gente comenzó a abandonar el estadio, a emprender el camino hacia los túneles cuando de pronto se escuchó el grito de gol desde el interior. Muchos corrieron de regreso, pensaron que era el del empate en el global, sin embargo a la mitad del túnel se encontraron con otros aficionados felinos que ya tenian el dato triste para comunicarlo: “fue de Cruz Azul”. Las caras volvieron a ser largas y el abandono del inmueble siguió, con una mayoría de seguidores universitarios que partió a casa no sin antes dejar una queja, un insulto o un reproche a su equipo. Y entonces surgió ese grito de “¡Fuera Tuca!” que decoró el cierre del encuentro y sirvió de desahogo también para los que decidieron quedarse hasta el silbatazo final. Ricardo Ferretti, el técnico felino salió de la banca enfurecido y se dirigió al vestuario a paso veloz quizá para tener el menor tiempo posible en sus oídos ese grito del graderío en CU. En uno de los palcos, sin ser cementero ni auriazul, el técnico argentino Rubén Omar Romano presenció el encuentro en compañía de su eterno auxiliar Norberto Scoponi.